Vladimir Putin ganó el domingo 17 de marzo las elecciones presidenciales rusas con el 87,97% de los votos, tras el recuento de los sufragios en 24% de los colegios electorales.
Se trata de un récord para el líder ruso, que en los anteriores comicios había obtenido entre 64% y 68% de los votos. De esta manera, iniciará su quinto mandato que lo mantendrá en el poder durante otros seis años más.
Según la comisión electoral rusa, el jefe del Kremlin obtuvo 87,97% de los votos tras el recuento de los sufragios en 24% de los colegios electorales. Los datos sitúan en segundo lugar a Nikolai Jaritonov (4,01%), seguido de Vladislav Davankov (3,86%) y Leonid Slutski (3,02%). "Rusia eligió", declaró la jefa de la Comisión Electoral, Ella Pamfilova, que anunció que la participación alcanzó la cifra récord del 74,22%.
La presidenta de la Comisión Electoral de Moscú, Olga Kirilova, anunció que Putin se impuso en la capital del país con un 89,1% de apoyo, seguido de Davankov (4,4%), Jaritonov (3,3%) y Slutski (3,2%). También destacó el apoyo logrado por el presdiente en Lugansk (94,12%), Jersón (88,12%), Donetsk (95,23%), Yakutia (87,79%), Jabarovsk (80,06%) o Chukotka (90,49%).
El Kremlin presentó las elecciones como una oportunidad para que los rusos expresen su apoyo a la ofensiva en Ucrania, lanzada por el jefe de Estado en febrero de 2022 y sin final a la vista a pesar de las decenas de miles de muertos. Los otros tres candidatos en liza tenían la misma línea que el Kremlin, ya sea sobre Ucrania o la represión, que culminó con la muerte de Alexéi Navalni, el principal opositor de Putin, en una prisión del Ártico en febrero.
Putin, un exagente de la KGB de 71 años, se mantiene en el poder desde el último día de 1999. De completar un nuevo período, habría permanecido en el poder más que cualquier otro líder ruso desde Catalina la Grande, en el siglo XVIII. Para estos comicios, no tenía opositores reales, ya que a dos candidatos contrarios al conflicto en Ucrania quedaron excluidos.
En 2018, ganó las elecciones con un 76,69% de apoyo y un 67,54% de participación, seguido por el candidato del Partido Comunista de la Federación Rusa, Pavel Grudinin (11,77%). El margen de 2012 fue menor (63,6%), mientras que en 2008 el candidato apoyado por Putin, Dimitri Medvedev, ganó con un 70,28%. El propio Putin venció en 2004 con un 71,31% de votos y en 2000 fue su primera victoria, con un 52,94% de apoyo.
El jefe de Estado admitió el jueves en un mensaje preelectoral que Rusia atraviesa un "período difícil". "Debemos continuar unidos y con confianza en nosotros mismos", expresó. La ofensiva en Ucrania fue el telón de fondo de la votación, especialmente con un repunte de los ataques contra territorio ruso esta semana.
El discurso de Putin tras la victoria electoral: agradecimiento, guerra con Ucrania y la mención de Aelexéi Navalni
Luego de conocerse los resultados, Putin agradeció a los rusos en una aparición que fue transmitida por la televisión estatal. "Quiero agradecer antes que todo a los ciudadanos, somos todos un solo y mismo equipo, a todos los ciudadanos de Rusia que acudieron a las urnas y votaron", declaró el mandatario ante su equipo de campaña. "Quiero agradecer a todos ustedes y a todos los ciudadanos del país por su apoyo y esta confianza", subrayó.
Asimismo, alegó que los primeros resultados, que le dan una amplia victoria, demuestran la "confianza" de los rusos en su poder. "Tenemos muchas tareas concretas e importantes que cumplir. Los resultados de la elección muestran la confianza de los ciudadanos del país y de su esperanza de que haremos todo lo previsto", manifestó.
También extendió su saludo a los ciudadanos que combaten en Ucrania. En ese sentido, expresó "palabras especiales de agradecimiento a nuestros soldados... que cumplen la tarea más importante de proteger a nuestro pueblo", a la par que afirmó que sus tropas llevan la ventaja en el frente de batalla y prometió de nuevo que los objetivos de Rusia serán "alcanzados". "En conjunto, la iniciativa pertenece enteramente a las fuerzas armadas rusas y, en algunas regiones, nuestros hombres están venciendo al enemigo", declaró.
Sumado a esto, afirmó que su país no se dejará "intimidar" ni "aplastar". "No importa quién o cuánto quieran intimidarnos, no importa quién o cuánto quieran reprimirnos, nuestra voluntad, nuestra conciencia, jamás nadie ha logrado hacer algo así en la historia. Eso no ha funcionado hoy y no funcionará en el futuro. Nunca", expresó.
Además, se refirió a la muerte de su principal opositor, Alexéi Navalni, la cual consideró como "un acontecimiento triste", a la par que reveló que había estado dispuesto a liberarlo en un intercambio de prisioneros. "En cuanto al señor Navalni. Sí, falleció. Este es un acontecimiento triste. Pero también hay otros casos de gente privada de libertad que muere. ¿No ocurre en Estados Unidos? Ha pasado más de una vez", expresó el mandatario. Se trata de la primera vez que menciona el nombre del opositor en público.
Y agregó: "Unos días antes de que el señor Navalni falleciera, algunos colegas me dijeron... que había una idea de intercambiar al señor Navalni por algunas personas que están en prisión en países occidentales... Yo dije: 'Estoy de acuerdo'. Queríamos intercambiarle y que no regresara. Pueden creerme o no".
Otra de las temáticas que abarcó fueron las protestas electorales realizadas en su contra durante el mediodía, las cuales indicó que "no tuvieron impacto". En esa línea, adelantó que las fuerzas de seguridad tomarían medidas contra las personas que anularon sus votos. "La gente que estropeó sus papeletas de voto... Hay que ocuparse de este tipo de personas", manifestó.