Un estudio elaborado por la Universidad de Leicester y la Office for National Statistics del Reino Unido ha llegado a la conclusión de que quienes caminan rápido viven más y sufren menos problemas de salud que quienes se limitan a pasear.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron los datos de 391.652 personas reclutadas entre 2006 y 2010 que residieron en el país durante la década comprendida entre 2011 y 2021. Una muestra extremadamente amplia.
La principal conclusión a la que llega el estudio es que quienes caminan rápido tienen, aproximadamente, un 25 % menos de posibilidades de padecer cáncer a lo largo de su vida. Además, el riesgo de que sufran un accidente cardiovascular también es un 60 % más bajo. Esto ha hecho que el doctor Jonathan Goldney, que es el autor principal de la investigación, aconseje a los médicos “preguntar a los pacientes por el ritmo al que caminan, no solo si salen a andar a diario y durante cuánto tiempo”.
VELOCIDAD
Ahora bien, ¿qué considera el informe como un caminante rápido y lento? Tras diversos análisis, los investigadores determinaron que la velocidad promedio al andar de los británicos se sitúa entre las tres y las cuatro millas por hora, es decir, entre los 4,80 y los 6,40 kilómetros por hora. Por tanto, para disfrutar de los beneficios expuestos anteriormente hay que andar a un ritmo sostenido por encima de esta última cifra durante, al menos, 30 minutos al día.
Otros datos interesantes
La edad promedio de los participantes era de 57 años y el 52,6 % de ellos caminaba a un ritmo promedio. Asimismo, el 40,8 % lo hacía rápido según los criterios establecidos.
El estudio indica que la reducción más pronunciada de la mortalidad se produjo entre aquellas personas que ya habían cumplido los 75 años de edad y que daban a diario más de 10.000 pasos.
Según los expertos, una caminata diaria de al menos 30 minutos combatirá el sedentarismo y mejorará nuestra calidad de vida.