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Javier Milei y el fútbol: su carrera como portero y por qué odia a Riquelme a pesar de ser aficionado de Boca Juniors

El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, es un fanático al fútbol desde la cuna.

Milei superó a Sergio Massa en las elecciones y será el sucesor de Alberto Fernández.

 

Además de su formación académica en economía y su experiencia política, en el pasado del nuevo presidente argentino hay un recorrido por las canchas de fútbol.

En su adolescencia se desempeñó como portero del conjunto de las inferiores del Club Atlético Chacarita Juniors, en donde lo recuerdan como un tipo alto, fuerte, que hacía buenos lances. Estuvo cerca de llegar a primera división. 

De igual manera, tuvo algunos momentos en el club San Lorenzo; se le conocía con el apodo de “El Loco”, por la manera en que jugaba, además del aspecto de su cabellera.

Pero no solamente su pasado en el arco de Chacarita y San Lorenzo es el vínculo de Milei con el futbol. También es socio activo de Boca Juniors, con el que tuvo una gran conexión durante la época de Carlos Bianchi en el banquillo, pero con el que se molestó tras la llegada de Juan Román Riquelme como directivo.

Su gente cercana asegura que es fanático del ex delantero xeneinze Martín Palermo y un admirador del entrenador Carlos Salvador Bilardo.

Durante su campaña, tocó el tema de llevar a los equipos de futbol argentinos por el camino de la privatización y convertirlos en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), lo cual no fue bien recibido desde la interna de los clubes.

Pese a ello, hace unos días rechazó que quiera privatizar los clubes del país en busca de generar modelos como los del Manchester City u otros equipos en Europa que se han enriquecido con el capital privado.

Milei ha ganado las elecciones en Argentina y la gente de la Liga Profesional espera en que esto último se cumpla y no meta mano en los clubes de futbol.

El Diario Clarín presentó el siguiente artículo de Milei y su vínculo con el fútbol: 

Javier Milei arrasó en el balotaje y desde el 10 de diciembre será el Presidente de la Argentina. Economista ultraliberal y libertario, forjó su carrera política en un puñado de años de sobreexposición mediática. Ese fue su trampolín para empezar a sumar adherentes a sus ideas revulsivas y anticasta. Sin embargo, antes de dedicarse a los números, su sueño era ser futbolista profesional. Y estuvo muy cerca de conseguirlo: llegó a jugar en la Reserva del club de San Martín y compartir entrenamientos con la Primera de Chacarita Juniors.

“Se diferenciaba de los demás en que era un atajador, volador. Mucho mejor debajo de los tres palos que saliendo”, le contó Eduardo Grecco, uno de sus entrenadores, a La Nación. Allí, en el Funebrero, fue avanzando desde su llegada a la Novena División de la mano del reclutador Armando "Cacho" Alejos. Y también se ganó uno de los apodos que lo acompaña hasta ahora. Le decían "El Loco del Arco". Una parte quedó en el camino.

Por entonces, ya lucía su cabellera frondosa, un poco más rubio, y era fanático de uno de los personajes emblemáticos de Sylvester Stallone: Rambo. De aquel boina verde renegado había copiado el método de entrenamiento para superarse en su preparación física. En aquellos tiempos compartía plantel con Juan Carlos Docabo, quien tuvo una extensa carrera como profesional y hoy es el entrenador de arqueros de San Lorenzo.

En San Lorenzo, justamente, también estuvo el Milei adolescente y arquero. Fue en 1986 cuando desembarcó tras una prueba. Nunca fue fichado para jugar en el equipo que competía en AFA, pero sí se dio el gusto de dar una vuelta olímpica con categoría de Sexta División. Aquellos que no estaban federados jugaban bajo la denominación Los Forzosos de Almagro y salieron campeones tras superar por 4-1 a Huracán en la final.

Milei, tras aquella experiencia azulgrana, volvió a Chacarita. Y a los 18 años integró el plantel de la Reserva que compartía entrenamiento con los profesionales. Cuando empezó a estudiar Economía, colgó los guantes definitivamente.

Hincha de Boca, anti Gago y bilardista de pura cepa

Hace unos meses Milei apuntó contra Boca Juniors y acusó a su vicepresidente y uno de los máximos ídolos del club, Juan Román Riquelme, de haber llegado a la institución para "robar", verbo que utiliza cada dos por tres.

"Yo era de Boca, era intensamente de Boca, hasta que el señor Angelici lo trajo a Riquelme a robar", sostuvo Milei en una entrevista radial, tras destacar que "durante los '90 con Boca nos hemos hecho una panzada", dijo, con un ¿guiño para Macri? Lo extraño que en la mayoría de triunfos que cosechó el Xeneize no fue gracias a la gestión del líder del PRO, ni tampoco a las directivas que daba Milei desde el banco, sino a la gambetas y asistencias del que Milei desprecia.

Contra Gago 

Se desenamoró durante un largo tiempo después de que el club decidiera incorporar a Fernando Gago. “Cuando lo repatriaron a Fernando Gago me hice anti. Cómo pueden traer a un cinco que no marque, Gago tiene menos marca que La Salada”, dijo alguna vez.

Su encono futbolístico con el ex DT de Racing, incluso, lo hizo hacer fuerza por River en la histórica final de la Copa Libertadores 2018 que se definió en el Santiago Bernabéu de Madrid.

"Hinché por Boca. En realidad, estaba mirando el partido, pero cuando entró Gago, que fue otro acto de populismo, hinché por River. Para mí fue un pésimo jugador de fútbol, una de las grandes mentiras del fútbol argentino”, sostuvo en una entrevista con el diario El País.

Cada vez que se puede se define como adepto de los conceptos de Carlos Salvador Bilardo. De hecho, este domingo cuando esperaba los resultados del balotaje, quería esperar que aparecieran las resultados oficiales antes de festejar por anticipado la victoria que ya parecía cantada.

Incluso, en plena campaña, tuvo un cruce con César Luis Menotti después de que el DT campeón del mundo en Argentina 1978y actual director de Selecciones Nacionales asegurara sin rodeos que “Milei es un espanto”.

“Nunca en mi vida encontré esta participación de personajes que nadie sabe de dónde viene ni quiénes son, y que hablan con una autoridad y con una mala educación...Habría que hacerles un estudio psicológico a muchos de estos personajes. Para mí es un espanto y una irrespetuosidad cultural a la política”, sintetizó Menotti, de 84 años.

“¡Yo ya gané...! Bilardista hasta la médula como toda persona de bien. ¡Muchas gracias rabanito...!”, lo cruzó el ahora presidente electo en redes sociales.

La referencia a Bilardo y la frase vinculada al "rabanito" tiene que ver con el histórico enfrentamiento que mantuvieron durante años los dos entrenadores.

En una de sus tantas batallas dialécticas, el Doctor comparó al Flaco con un rabanito. "Menotti es un rabanito, rojo por fuera y blanco por dentro", en relación a las supuestas contradicciones políticas de su antecesor en el cargo y su némesis futbolera hasta que Lionel Scaloni zanjó diferencias al frente del seleccionado que cosechó la tercera estrella.

El alemán Cruyff

En el último debate presidencial, Milei intentó hacer una analogía futbolera cuando Sergio Massa le pidiera que explicara su admiración hacia Margaret Thatcher, la primera ministra británica que ordenó el hundimiento del Crucero General Belgrano en la Guerra de Malvinas fuera de la zona de combate y causó la muerte de 323 soldados argentinos.

“Es como cuando Alemania en el 74 le hizo cuatro goles a la Argentina. Cruyff la rompió e hizo un desastre. Vos tendrías que considerar que Cruyff es un pésimo jugador”, sostuvo equivocando la nacionalidad del neerlandés para sostener su defensa a la figura de Thatcher. Pareció ser una comparación poco afortunada, además de un meme instantáneo en las redes sociales. No tuvo costo alguna en las urnas.

¿Las sociedades anónimas?

Hace más de un año, Milei le había dicho al periodista Alejandro Fantino en una entrevista que no veía con malos ojos la incorporación de las sociedades anónimas en el fútbol argentino. “A mí me gusta el modelo inglés. No les va mal, tienen un espectáculo", sostuvo.

Fantino le retrucó si Boca podía pasar a ser de “capitales árabe” como el Manchester City o el Newcastle o River por un “capital francés” y Milei no anduvo con vueltas: “Y a vos qué carajo te importa de quién es si le ganás a River 5-0, es campeón del mundo, todo. ¿O preferís seguir en esta miseria que tenemos cada vez fútbol de peor calidad? ¿Cómo nos va cada vez que salimos afuera de la Argentina?".

Esas frases, en plena campaña rumbo al balotaje, volvieron a resonar hace una semana y provocó una ola de rechazo de los dirigentes del fútbol argentino con Claudio Tapia y Pablo Toviggino a la cabeza. Más de cien clubes le dijeron no a las Sociedades Anónimas Deportivas, tal como había sucedido tiempo atrás con el propio Mauricio Macri cuando instalar el tema en sus tiempos como presidente de Boca y, más tarde, de la Nación. Era, por sobre todas las cosas, un mensaje para ahuyentar a los posibles votantes de Milei. A la postre, la mayoría hizo caso omiso al pronunciamiento de la dirigencia del fútbol.

En los últimos días, justamente, Macri se mostró cercano a Macri por su apoyo para el balotaje y también por su decisión de volver a la política de Boca. Ambos, además de la lucha ganada contra Massa, comparten su rechazo a la gestión de Juan Román Riquelme.

Fuente: Diario El Clarín