En pocos días se dará el lanzamiento oficial de la biografía autorizada de Elon Musk, pero algunos fragmentos del libro han comenzado a aterrizar en el ojo público.
Un extracto del libro fue publicado el jueves por The Wall Street Journal y ofrece un rápido vistazo entre bastidores a las razones detrás de lo que fue una de las decisiones más controversiales en la vertiginosa carrera del hombre más rico del mundo: la compra de Twitter.
La biografía sugiere que la condición de mujer transgénero de Vivian Jenna Wilson, de 19 años e hija mayor de Elon Musk, fue parte de un efecto dominó que llevó al magnate a comprar la aplicación ahora conocida como X, en un intento por acabar con el movimiento “Woke”.
Con orígenes en la década de 1930, principalmente entre las comunidades afrodescendientes de Estados Unidos, el movimiento “Woke” (estar despierto, en inglés) ha ganado gran popularidad en los últimos años. Se ha usado con frecuencia para describir a las personas que son más conscientes de la realidad en términos de injusticia social y discriminación.
Elon Musk y la caótica relación con su hija Jenna
Walter Isaacson, el biógrafo que pasó más de tres años documentando la vida del CEO de Tesla, afirma que la aversión de Musk hacia la cultura Woke se debe en gran parte al turbulento vínculo con su hija Jenna, la mayor de sus nueve hijos conocidos. El multimillonario sudafricano se “sintió herido” cuando su hija cortó toda comunicación con él y no se lo informó personalmente.
Musk se enteró de que Jenna había hecho la transición a través de una fuente de segunda mano, escribió Isaacson en el extracto. Fue su cuñada quien le reenvió un mensaje de texto que decía: “Oye, soy trans y ahora mi nombre es Jenna. No le digas a mi papá”.
“La ruptura le dolió más que nada en su vida desde la muerte infantil de su primogénito Nevada”, escribió Isaacson sobre cómo se sentía el magnate hacia su hija de 19 años. Pero Musk terminó optando por lavarse las manos y no considera que el distanciamiento de su hija sea su responsabilidad.
Isaacson dijo que Musk atribuyó la desconexión con Jenna a la educación que recibió en la escuela de élite Crossroads de Artes y Ciencias, una institución privada con sede en Santa Mónica.
Una “comunista” que piensa que “los ricos son malos”
Musk, cuyo patrimonio neto se estima en US$ 257.500 millones, dijo que su hija fue expuesta al “comunismo radical” y por eso solicitó cambiar legalmente su nombre. “Ya no vivo ni deseo estar relacionada con mi padre biológico en cualquier manera o forma”, dijo Jenna en los documentos que presentó ante la Corte Superior del condado de Los Ángeles en 2022.
“Ella fue más allá del socialismo para convertirse en una comunista total y pensar que cualquiera que sea rico es malvado”, le dijo Musk a Isaacson en la biografía. El magnate asegura que intentó relacionarse con su hija en muchas ocasiones, pero “ella no quiere pasar tiempo conmigo”.
Business Insider recuerda que a principios de este año, el CEO de Tesla publicó una serie de contenido anti-trans en Twitter y pasó un tiempo durante el Mes del Orgullo dándole “me gusta” a publicaciones transfóbicas.
“Presionaré activamente para criminalizar la realización de cambios severos e irreversibles en niños menores de la edad de consentimiento”, escribió Musk en junio, expresando su apoyo a sentencias de prisión prolongadas sin libertad condicional para aquellos involucrados en los procedimientos.
La exnovia de Musk, Grimes, le dijo a Wired en agosto que mantuvo una larga conversación con él, buscando “analizar por qué estaba tan estresado por esto”. La cantante canadiense, madre de dos de los hijos de Musk, comentó que su postura únicamente está relacionada con posibles “problemas de fertilidad” que pueden acompañar a la transición.
La culpa “es de la escuela”
El fundador de SpaceX le dijo al autor Walter Isaacson que inicialmente se mostró “optimista” con la decisión de su hija hasta que en abril de 2022 “se volvió una ferviente marxista y rompió relaciones”. Insiste en que la culpa es de la escuela Crossroads, de donde han egresado varios alumnos destacados como Jack Black, Maya Rudolph y Zooey Deschanel.
La matrícula de la supuesta escuela “comunista” irónicamente cuesta hasta US$ 50.000 por estudiante al año.
“Él sentía que Twitter había sido infectado por una mentalidad similar que suprimía las voces de derecha”, escribió Isaacson. Musk compró Twitter en lo que llamó un intento por defender la libertad de expresión.
En otras declaraciones de octubre pasado, Musk dijo que los “neomarxistas” se habían apoderado de escuelas de élite y universidades liberales para enseñar a sus estudiantes a despreciar a los individuos ricos.