El estilo de vida cumple una función vital en el tratamiento de la presión arterial alta.
Controlar la tensión arterial es importante para prevenir complicaciones graves, ya que a menudo no presenta síntomas antes de alcanzar niveles peligrosos.
Cómo bajar la tensión de forma natural
Si bien es cierto que la heredabilidad genética tiene mucho que ver en la aparición de la hipertensión, hay varios factores que pueden disparar los riesgos de que se desarrolle, como los altos niveles de estrés, los cambios hormonales, el tabaquismo, el sedentarismo y una dieta poco equilibrada.
Por lo tanto, para evitar la aparición del problema, es importante que tengamos hábitos de vida saludable. Mantener una dieta equilibrada, con una presencia elevada de frutas, verduras, legumbres, pan, frutos secos y otros cereales; así como evitar el consumo de alcohol y tabaco y hacer ejercicio físico de forma regular evitará que la tensión se dispare. Ahora bien, no todos los tipos de ejercicio físico son iguales.
Ejercicios
De acuerdo con un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Canterbury Christ Church y compartido por la Revista Británica de Medicina Deportiva, hay algunos ejercicios en particular que son más efectivos a la hora de bajar la tensión. Su autor, el Dr Jamie O’Driscoll, recopiló datos de unos 270 estudios publicados durante 33 años entre 1990 y febrero de 2023, con un tamaño de muestra de datos combinados de 15.827 participantes.
Tras la revisión de estos datos, los investigadores llegaron a la conclusión de que “el entrenamiento con ejercicios isométricos es el modo más efectivo para reducir, tanto la presión arterial sistólica como la diastólica".
Los ejercicios isométricos son aquellos que en los que sometemos a los músculos a la tensión, pero sin realizar movimiento. Es como si empujásemos un coche que tiene el freno de mano puesto. Nosotros estaríamos haciendo mucha fuerza, pero tanto nuestro músculos como el coche permanecerían inmóviles.
Después de los isométricos, los ejercicios que más benefician a controlar la tensión arterial son los ejercicios con peso, como las sentadillas o las flexiones. Los ejercicios cardiovasculares de alta intensidad y realizados en intervalos de menos de tres minutos resultaron ser muy efectivos a la hora de bajar la tensión de los afectados.
Entre los ejercicios aeróbicos que pueden reducir la presión arterial se incluyen: caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar.