Para los compradores online no hay instante más gratificante que hacer clic en el botón de confirmación de la compra. Sin embargo, con frecuencia olvidamos prestar idéntica atención al resto de fases del proceso de compra y mantenemos hábitos que a veces nos hacen lamentarnos cuando es demasiado tarde.
La seguridad es uno de los elementos clave a tener en cuenta, y precisamente uno de los más amenazados en este sentido, según destaca la empresa de créditos Kredito24. Un estudio de la empresa Kaspersky Lab confirma que un 11% de los usuarios españoles guardan sus credenciales de pago en sus dispositivos electrónicos sin protegerlos. Además, un 28% almacena las contraseñas de sus cuentas personales en la nube.
Unas cifras alarmantes si se tiene en cuenta que el año pasado se produjeron 56 millones de ataques malware con funciones específicas de vigilancia, un 47% más que el periodo anterior. Estos son algunos consejos a seguir.
1: Comprar y olvidarse de ello
Si compramos varios productos a la vez con fechas de entrega diferentes se reducen las posibilidades de darnos cuenta a tiempo si hemos sido víctimas de un engaño o simplemente si nuestra compra no se ajusta a nuestras expectativas por algún error cometido durante el proceso de adquisición. Por esta razón es importante estar atentos a retrasos sospechosos en la recepción del paquete y, una vez recibido, inspeccionarlo en busca de cualquier error.
2- Abrir emails de ofertas de remitentes desconocidos
Los filtros de spam fallan y se cuelan mensajes indeseados de remitentes que no conocemos o que simulan ser empresas conocidas. Es importante ignorar e incluso marcar como spam aquellos mensajes que no hemos aceptado recibir previamente. Las ofertas no solicitadas deben ponernos en alerta. Por otra parte, debemos estar atentos a cualquier señal extraña que pueda delatar un posible timo, como por ejemplo recibir emails de una empresa conocida que no suele ponerse en contacto con nosotros de dicha forma o que al hacer clic en un enlace nos piden datos personales o financieros.
3. Enviar nuestros datos de pago o personales desde redes públicas
Cerca de un 12% de los usuarios españoles llevan a cabo actividades en redes wifi públicas que podrían comprometer información privada. Conectarse a Internet desde tu café favorito y darte un capricho online es muy tentador. Sin embargo, estas redes públicas no garantizan la seguridad de nuestros datos financieros ni personales, ya que pueden ser hackeadas con facilidad.
4. Comprar en tiendas desconocidas
Es importante acudir a tiendas que conocemos o de las que tenemos referencias para evitar sobresaltos. No obstante, en el caso de que la tienda donde queremos comprar no nos resulte familiar, conviene tomar una serie de precauciones básicas, como buscar comentarios de otras personas, contactar directamente con el vendedor para hacerle preguntas sobre el producto o asegurarse de que tenga disponible la política de reembolso y devoluciones donde se detallan los plazos y condiciones en caso de que efectuemos una devolución. Para mayor seguridad, es importante que nuestros datos sean encriptados durante el proceso de compra, algo que sabremos si hay un candado en la parte inferior del navegador o junto a la dirección URL, y si esta empieza con las letras “https:” en vez de “http:”.
5. No fijar límites de gasto razonables en las tarjetas que utilizas
Conviene utilizar una tarjeta exclusiva para compras online que además tenga un límite de gasto diario, semanal y mensual fijado. De esta forma evitaremos males mayores en caso de ser víctimas de un robo de identidad. También es esencial revisar con regularidad los movimientos de nuestra tarjeta para poder detectar a tiempo cualquier operación sospechosa. En ese caso debemos ponerlo en conocimiento del banco lo antes posible.
6. No actualizar el ordenador ni tener un antivirus
Navegar en Internet con las versiones más actualizadas tanto del navegador como del sistema operativo es vital para beneficiarse de los últimos avances en protección contra software dañino. No obstante, necesitaremos un antivirus y cortafuegos fiables para evitar que un atacante pueda robar nuestros datos personales y financieros.
7. Comprometerse en una subasta si no vamos a comprar
Algunas webs de compra online, como la plataforma de subastas Ebay, introducen mecanismos de compromiso de compra por parte de los usuarios. Esto les permite reservar el producto hasta el momento en que realicen el pago. Ya sea porque nos hemos equivocado o porque nos dejamos llevar por las emociones y luego encontramos un precio mejor, comprometerse a una compra que luego no vamos a realizar puede costarnos caro. Normalmente la solución pasa por ponerse en contacto con el vendedor y explicarle la situación. Si este no cede y pensamos que se trata de un error justificado, podemos probar contactando con la propia plataforma.
8. Ignorar los gastos de envío o comprar más para obtener envío gratuito
Cada vez son más las tiendas online que indican los gastos de envío desde el principio del proceso de compra. Esto va en beneficio del comprador, que demanda transparencia, y el suyo propio, para evitar que muchos compradores desistan al descubrir que el precio es más caro de lo que pensaban. No obstante, a veces no es así y nos damos cuenta de los gastos de envío demasiado tarde, cuando ya nos hemos hecho ilusiones o, peor aún, cuando hemos confirmado la compra. Es recomendable prestar atención en todo momento a este concepto e incluso desconfiar de las webs que no sean transparentes en este sentido.
9. No leer opiniones o dejarse llevar demasiado por ellas
Tan negativo puede ser el no considerar las opiniones de compradores de un producto como tenerlas demasiado en cuenta hasta el punto de perder de vista nuestras prioridades, que tal vez no coincidan con las de algunos usuarios. Simplemente navegando hasta la sección de comentarios de otros compradores podemos ahorrar dinero y tiempo en comprar productos de calidad dudosa o que no se ajusten a nuestras necesidades. A veces el principal problema no es el producto, sino la mala atención o los largos plazos de entrega de la tienda donde compramos. En este caso, la experiencia de otros compradores es vital para no tropezar dos veces en la misma piedra.
10. No buscar cupones de descuento
Antes de efectuar una compra o reserva vale la pena hacer una búsqueda en Internet en busca de ofertas disponibles. El sector de plataformas de descuentos se ha diversificado y podemos beneficiarnos de descuentos sustanciales para todo tipo de productos y servicios: moda, tecnología, joyas, juguetes, actividades de ocio, viajes o cursos, entre otros. Es recomendable leer bien las condiciones de disfrute de los cupones para no llevarnos sorpresas de última hora. Por ejemplo, al reservar un viaje online a veces damos por sentado que se incluyen algunos servicios, como el desayuno o acceso a ciertas instalaciones, y luego descubrimos que no era así.