Después de casi tres años de litigio, el condado de Los Ángeles (California) ha acordado pagar casi 30 millones de dólares a Vanessa Bryant por la filtración de las imágenes del accidente de helicóptero en el que murieron su marido, la estrella de Los Ángeles Lakers Kobe Bryant, y su hija, Gianna, de 13, ocurrido el 26 de enero de 2020.
Al acuerdo al que han llegado las partes se suma a una compensación de 16 millones que las autoridades de la ciudad estadounidense se vieron obligadas a pagar a la viuda del jugador de la NBA el verano pasado tras un juicio federal.
En total, la esposa de Bryant, sus tres hijas, además de otras tres familias, recibirán más de 50 millones de dólares por el caso.
Luis Li, el abogado de Bryant, ha celebrado el fin del litigio. “Vanessa luchó por su marido, su hija y todos en la comunidad que vieron a sus familiares fallecidos ser tratados de forma poco respetuosa. Esperamos que su victoria en el juicio y este acuerdo puedan poner fin a este tipo de prácticas”, dijo el letrado en un comunicado. El texto anuncia el acuerdo con las autoridades del condado de Los Ángeles, de quien dependen los policías que compartieron las fotografías de la escena donde cayó el helicóptero que trasladaba a Bryant y ocho personas más entre las ciudades de Calabasas y Thousand Oaks, a 20 kilómetros de distancia.
Mira Hashmall, la representante legal del condado de Los Ángeles, consideró que el acuerdo es “justo y razonable”. Este blinda a la ciudad de nuevas acciones legales que pudieran emprender Vanessa Bryant y sus hijas, Natalia, Bianka y Capri. “Esperamos que ella y sus hijas puedan seguir recuperándose tras su pérdida”, añadió la letrada. El acuerdo, no obstante, tendrá que ser validado por un juez federal.
En agosto de 2022, el condado fue condenado a pagar una indemnización de 16 millones de dólares (alrededor de 15,9 millones de euros) por daños en favor de las Bryant. El monto fue modificado posteriormente a 15 millones tras un error en el tribunal. En total, la ciudad ha desembolsado más de 50 millones de dólares en compensaciones, gastos de defensa y daños en beneficio de cuatro familias de las víctimas del incidente. Los Chester obtuvieron 19,9 millones de dólares por la muerte de Sarah y su hija Payton, compañera de Gianna; y otras dos familias llegaron a sendos acuerdos por 1,2 millones en octubre pasado.
El jurado concluyó el pasado mes de agosto que la policía violó la privacidad de las familias después de que los agentes y bomberos que acudieron a la zona del siniestro tomaran fotografías del helicóptero caído con sus móviles y después las compartieran con otros uniformados. “Esperaba más compasión y respeto por su parte”, dijo durante el proceso Vanessa Bryant, la viuda del jugador de baloncesto. “Mi esposo y mi hija merecen dignidad”, añadió.
La mañana del 26 de enero de 2020, poco después de las 10 de la mañana, Kobe Bryant subió a su helicóptero junto a su hija Gianna. A bordo se encontraban también seis amigos de la familia y el piloto, Ara Zobayan. Todos se dirigían a la ciudad de Thousand Oaks, al sudeste del estado de California, a jugar un partido de baloncesto en la Academia Mamba Sports, un centro de entrenamiento para jóvenes fundado por Kobe Bryant. Pero un clima brumoso y un cielo nublado desorientaron a Zobayan, que se estrelló en la ladera de una colina. Murieron todos los que iban abordo: Kobe y Gianna Bryant; Christina Mauser; Payton y Sarah Chester; John, Keri y Alyssa Altobelli; y el piloto.
Vanessa llevó a juicio en septiembre de 2020 a las autoridades de la ciudad junto a Chris Chester, que perdió a su esposa e hija en el accidente ocurrido al noroeste de Los Ángeles. A lo largo del juicio, las autoridades argumentaron que las imágenes tomadas por ocho policías que acordonaron la zona no tuvieron gran difusión y que ninguna de ellas llegó a ser filtrada a los medios de comunicación. El día del accidente, la viuda del astro de los Lakers había pedido a Alex Villanueva, el entonces sheriff de Los Ángeles, que nadie tomara fotos de los restos. “Por favor, asegure el área”, le solicitó Bryant.
Durante el juicio del año pasado, Villanueva justificó la actuación de sus colegas al asegurar que los agentes necesitaban capturar algunas imágenes del suceso para coordinarse con los equipos de emergencia. Los abogados de la familia del deportista habían esgrimido que la captura de este tipo de fotografías solo era necesaria por parte de miembros de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, los únicos capacitados para realizar el peritaje.
El sheriff admitió que ocho agentes estuvieron involucrados con las imágenes. Villanueva ordenó que las copias fueran destruidas. Al menos una fue vista por una persona que no pertenecía a la corporación. De acuerdo con el diario Los Angeles Times, se trató del empleado de un bar, quien vio la captura en el teléfono móvil de uno de los implicados. Durante el juicio, la defensa de los Bryant y los Chester pudo probar que las imágenes eran utilizadas como un “truco de fiesta” entre algunos integrantes de la fuerza de orden. Las familias afectadas demandaron por invasión de la privacidad y daño emocional.