En Brasil, la fiscalía de Río de Janeiro ha solicitado que el senador Flavio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente, sea acusado de corrupción.
Los cargos incluyen malversación de fondos públicos y lavado de dinero, una primicia para un miembro de la familia Bolsonaro desde que Jair Bolsonaro, elegido como adalid de la lucha contra la corrupción, llegó al poder, y son malas noticias para el líder de extrema derecha justo antes de las elecciones municipales.
Flávio Bolsonaro enfrenta cargos por establecer un sistema conocido por los brasileños como "rachadinha".
El hijo mayor del presidente y del senador está acusado por los fiscales de Río de Janeiro de pertenecer a una organización delictiva y de malversar fondos públicos cuando era diputado regional en el estado de Río de 2003 a 2018.
Fue con su asistente parlamentario y chofer Fabricio Queiroz, arrestado en junio pasado, que el hijo del presidente supuestamente estableció este sistema de "rachadinha": empleados, a menudo ficticios, que pagaban parte de su salario. Se dice que esta presunta red de corrupción y blanqueo de dinero duró de 2007 a 2018.
Mientras que Flávio Bolsonaro ha vuelto a declarar su inocencia en las redes sociales, la petición del fiscal será ahora examinada por un juez, que tendrá que decidir si acusar o no al hijo del presidente.
Esta decisión se tomará justo antes de las elecciones municipales en Brasil: la primera ronda se llevará a cabo en 10 días, el 15 de noviembre. La votación se considera una prueba de popularidad para Jair Bolsonaro, que ha sido ampliamente criticado por su manejo de la epidemia de coronavirus, que ya ha causado la muerte de más de 160.000 brasileños.