"Un triunfo de la ciudadanía y la democracia". Así calificó el presidente de Chile, Sebastián Piñera, lo sucedido este domingo en su país, donde, con casi el 100% de los votos escrutados, los ciudadanos decidieron por un rotundo 78% reemplazar la actual Constitución, redactada durante el régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
En la segunda interrogante, "¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?", los chilenos optaron por una convención constitucional; y escogieron una convención constituyente, que estará formada por 155 ciudadanos elegidos en su totalidad por voto popular.
Y tendrá una característica inédita en el mundo: será primera vez en la historia que una Constitución es redactada en forma paritaria.
También habrá una cuota para los pueblos indígenas, pero esta aún no ha sido especificada.
La opción derrotada fue la convención mixta constitucional, que hubiese sido integrada por una mezcla equilibrada de miembros elegidos popularmente y parlamentarios en ejercicio.
En cuanto al voto en el extranjero, el apoyo a la redacción de una nueva Carta Magna sobrepasaba el 80% con más del 95% de los votos escrutados.
La participación fue superior al 50%, pese a las restricciones por la pandemia de covid-19. Con esa cifra se sitúa como la elección con mayor cantidad de votantes desde el regreso de la democracia.
"Hoy hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de las naciones honrando nuestra tradición de república", afirmó Piñera.
"Este plebiscito no es el fin. Es el comienzo de un camino,que juntos deberemos recorrer para acordar una NuevaConstitución para Chile", añadió.
"Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la Nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro", agregó.
"No es un resultado que nos pueda tener contentos", admitió por su parte el senador de la UDI Juan Antonio Coloma, cuya formación se decantó por el Rechazo.
Momento histórico
Tildar de histórico lo ocurrido este domingo en Chile no es un cliché: es la primera vez en la historia del país en que la Constitución será redactada por una asamblea completamente elegida.
La importancia del momento se percibió también en la reacción de la ciudanía, que salió a las calles en Santiago, Valparaíso y otras ciudades para celebrar el resultado.
La emblemática Plaza Italia de la capital chilena rompió en un atronador aplauso, seguido de caceroladas, fuegos artificiales, pitidos y batucadas.
Sobre el edificio Telefónica, el más alto en la zona, se proyectó el mensaje "Renace", en un guiño a lo que simbólicamente supone enterrar el marco jurídico del régimen.
La celebración duró hasta el inicio del toque de queda nocturno que rige en Chile para hacer frente a la crisis del coronavirus.
El impacto de la pandemia
El plebiscito, programado originalmente para el 26 de abril pero postergado por la pandemia, se realizó observando un protocolo sanitario especial, con un horario específico para mayores de 60 años y el uso obligatorio de mascarillas.
Las personas contagiadas con coronavirus no pudieron participar en el proceso debido a que no se pudieron implementar las medidas que les hubieran permitido votar sin romper la cuarentena.
El cambio de Constitución fue una de las demandas hechas tras el estallido social de octubre de 2019, que dio lugar a las manifestaciones más masivas desde el regreso de la democracia en 1990, y desencadenó episodios de violencia que derivaron en la muerte de más de 30 personas y 2.250 querellas de violación de los derechos humanos.
Su realización fue el resultado de un amplio acuerdo firmado en ese contexto en el Congreso la tensa madrugada del 15 de noviembre del año pasado.
¿Qué pasa ahora?
El país debe volver a las urnas el 11 de abril de 2021 para elegir directamente a los miembros de la convención constituyente.
Elegirán a 155 miembros repartidos equitativamente entre hombres y mujeres, con un número de escaños reservados para los pueblos indígenas. Con esta opción ningún género podrá tener más de un 50%+1 de la instancia, es decir, podrá haber un máximo de 78 hombres o mujeres electos.
La convención que redacte la nueva Carta Magna se constituirá en mayo de 2021.
El texto final se someterá luego a la ratificación del pueblo en lo que se ha llamado "plebiscito de salida" o ratificatorio, que será por voto obligatorio a realizarse el segundo semestre de 2022.
Observadores señalan que para estas etapas posteriores se debe garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer el derecho a voto, estén contagiadas de covid-19 o no.
De ser aprobada en el referéndum final, la nueva ley fundamental entrará en vigor de inmediato y derogará automáticamente la anterior.
Significado
Esta no es solo la primera vez en la historia de Chile que la ciudadanía es llamada a votar si quiere o no cambiar una Constitución; también marca un hito al ser una Carta Magna cuya redacción quedará en manos de un grupo colegiado elegido directamente por votación popular.
Este órgano constituyente tendrá la labor de redactar el texto que reemplazará a la Constitución de 1980, que buena parte de la sociedad considera ilegítima.
Entre los principales temas que abordará el órgano constituyente están la desigualdad y las reformas sociales, reclamos de las pasadas protestas que fueron el detonante para se realizara este plebiscito.
Aunque se trabajará sobre una "hoja en blanco", solo se incluirán las normas aprobadas por 2/3 partes de los integrantes de la constituyente.
Analistas entrevistados por la BBC coinciden en que la nueva Constitución no solucionará todos los problemas, pero sí sería un primer paso muy importante para restaurar un equilibrio social en Chile.
Esa parece ser también la conclusión de la ciudadanía chilena que, en mayoría, salió a celebrar con banderas y emoción una jornada que quedará marcada en los libros de historia del país.