No será encarcelado
Salvatore Anello, un abuelo acusado por homicidio negligente tras la caída de su nieta desde la ventana de un crucero en Puerto Rico el año pasado, se declaró culpable este jueves tras alcanzar un acuerdo con fiscales de la isla.
Michael Winkleman, abogado de la familia Wiegand, explicó que el acuerdo de culpabilidad significa que Anello, que vive en South Bend, Indiana, evitará la cárcel y podrá cumplir la libertad condicional en su estado. La vista de sentencia fue programada para el 10 de diciembre.
La nieta de Anello, Chloe Wiegand, de un año y siete meses en aquella fecha, cayó en julio de 2019 por una ventana del crucero Freedom of the Seas, de la empresa Royal Caribbean, desde una altura de 11 pisos.
Anello se declaró inicialmente inocente de homicidio negligente tras ser acusado de ese cargo por sujetar a la menor en la parte exterior de una ventana del crucero, antes de que cayera al vacío y perdiera la vida. Sin embargo, en febrero, dijo que se declararía culpable para que su familia pudiera comenzar a sanar tras la tragedia.
La Fiscalía de San Juan ofreció en diciembre pasado un acuerdo a Anello para que se declarara culpable de homicidio negligente y evitar así la cárcel, a lo que accedió finalmente. Durante esta última audiencia, Anello señaló que la decisión de cambiar la declaración fue "increíblemente difícil" para él y la familia.
"Pero debido a que el acuerdo de culpabilidad no incluye tiempo en la cárcel ni admisión de hechos, se decidió que el acuerdo de culpabilidad es en el mejor interés de la familia para que pueda cerrar este capítulo horrible y centrarse en el luto por Chloe", dijo el abogado en un comunicado.
El abuelo de la pequeña aseguró inicialmente en su defensa que pensó que la ventana permanecía cerrada y que el daltonismo que sufre, que no le permite distinguir colores, provocó la confusión que llevó al trágico desenlace.
Sin embargo, Royal Caribbean, aportando material grabado, defendió que Anello tenía certeza de que la ventana estaba abierta.
El abogado de la familia ha dicho, sin embargo, que la empresa es responsable por haber tenido la abierta la ventana en un piso tan alto. Ese día, de acuerdo con el abogado Winkleman, la niña le pidió a su abuelo que la levantara para poder golpear el vidrio, como solía hacerlo cuando iba a los partidos de hockey de su hermano. El hombre, agregó el abogado, no se percató de que la ventana estaba abierta.
Durante el litigio, la familia de Anello demandó a Royal Caribbean argumentando que las medidas de seguridad eran deficientes al tener las ventanas abiertas sin previo aviso.