El Gobierno de Cataluña ha aprobado el cierre de los bares y restaurantes de toda la región a partir del próximo viernes y hasta finales de este mes de octubre para frenar la expansión de la pandemia de coronavirus. Solo se permitirán los servicios de recogida de comida.
También se restringe hasta el 30 % el aforo de los comercios; se cierran salas de juego, bingos y casinos; se suspenden los congresos y convenciones; se reduce el aforo de cines y teatros al 50 %; y se prohíben los servicios que impliquen contacto físico, a excepción de visitas médicas y peluquerías.
Por su parte, desde el sector de la restauración ya se ha anunciado que se recurrirá esta decisión del Ejecutivo catalán ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
El sector protesta
Este miércoles, tras conocerse que el Gobierno catalán estaba barajando restringir aún más la actividad de los negocios de hostelería y restauración distintas patronales del sector ya señalaron su preocupación e incluso indignación por las medidas que se preveía implantar.
El sector acumula la mayoría de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) aún vigentes, y además es uno de los que ha enfrentado las peores consecuencias económicas derivadas de la crisis sanitaria.
Algunas protestas ya se han comenzado a producir en forma de manifestaciones en el centro de algunas ciudades, como Barcelona.
Tendencia preocupante
La situación epidemiológica de Cataluña ha comenzado a preocupar en las últimas semanas. Así, en los últimos 10 días su tasa de casos de coronavirus cada 100.000 habitantes casi se ha duplicado, pasando de 156 el 2 de octubre a 263 el 13 de octubre.
A pesar de que otras regiones tienen cifras peores, como es el caso de la Comunidad de Madrid, Aragón o Castilla y León, en el caso catalán preocupa la tendencia. Después de haber dominado lo que parecía el comienzo de una segunda ola en el mes de agosto, en las últimas jornadas sus datos no paran de crecer.
Cataluña es la tercera región que más PCR realiza, con 1.896 por cada 100.000 habitantes, y está entre los siete territorios con una menor positividad, solo el 8,9 % de las pruebas realizadas. Sin embargo, la situación de su capacidad asistencial empeora a la par que lo hace el número de contagios. Así, el 7 % de las camas de sus hospitales ya se encuentran ocupadas por pacientes covid, mientras que en el caso de las camas UCI, la cifra asciende hasta el 19,5 %.