El pasado viernes en una particular misión de la NASA despegó una cápsula Northrop Grumman Cygnus con material para la Estación Espacial Internacional (EEI). De entre todo lo que había dentro, hay un objeto que ha llamado la atención del público: un nuevo sanitario.
No se trata de un inodoro cualquiera. Este nuevo dispositivo, que ha costado 23 millones de dólares, permanecerá en la EEI durante tres años en los que será sometido a varias pruebas. El objetivo de este experimento es que el retrete en cuestión pueda ser utilizado en misiones futuras que vayan a la Luna o a Marte.
La novedad de este dispositivo, llamado Universal Waste Management System (UWNS), es que es capaz de reciclar la orina y transformarla en agua potable. “Reciclamos cerca del 90% de todos los líquidos con base de agua de la EEI, incluyendo la orina y el sudor”, explica la astronauta de la NASA Jessica Meir . “Lo que intentamos hacer a bordo de la EEI es imitar los elementos del ciclo natural del agua de la Tierra para recuperar el agua del aire. Y cuando se trata de nuestra orina en la EEI, ¡el café de hoy es el café de mañana!”
En las misiones espaciales es de vital importancia que los sistemas de soporte vital pueden regenerar suplementos vitales. La NASA ya ha explicado en más de una ocasión que un viaje a Marte habrá que buscar la forma de poder generar agua para los astronautas.
A diferencia de la orina, este nuevo retrete no puede transformar las heces en agua. Los desechos sólidos se almacenan en un contenedor de almacenamiento fecal. Estos recipientes se colocan en una nave de carga que se envía a la atmósfera para que se queme, como si fuesen meteoros.
El cohete fue lanzado desde Wallops Island, en Virginia. A bordo de la cápsula había unos 3.600 kilos de material y provisiones para la EEI. Destacan un nuevo tipo de vegetales que servirán para ver cómo los distintos tipos de luz y suelo afectan al crecimiento de semillas y elementos para la investigación sobre el cáncer.
Fuente: Diario La Vanguardia