
Su vuelo se originó en el aeropuerto de Oakland, California, y duró varios días, haciendo varias paradas de camino. Fue toda una aventura. Ese avión, que es exactamente igual al que se exhibe en la entrada de la terminal de vuelos nacionales del Aeropuerto Juan Santamaría, solamente tenía los siguientes instrumentos: brújula, altímetro y medidor de combustible. No tenía radio, y mucho menos GPS.



