“El papa ama a sus hijos tal como son, porque son hijos de Dios”, así dijo Francisco al recibir a un grupo de padres de personas miembros del colectivo LGBT, específicamente de la asociación “Tenda di Gionata”, según informó posteriormente el diario católico italiano Avvenire.
El rotativo explica que a la audiencia privada con el pontífice asistieron unos cuarenta padres y madres y que Mara Grassi, vicepresidenta de la asociación junto a su esposo Agostino Usai, donó al pontífice el libro “Padres Afortunados”, traducido al español para la ocasión.
El libro resume las vivencias eclesiales, no siempre fáciles, de estas familias junto con algunas cartas con peticiones, esperanzas pero también protestas de personas durante demasiado tiempo consideradas indeseables por las comunidades eclesiales, explica el rotativo.
Según los asistentes, Francisco los recibió de forma “tranquilizadora y cordial” y les aseguró además que “la Iglesia no los excluye porque los ama profundamente”.
El Papa dijo a los padres que “Dios ama a sus hijos como son” y “la Iglesia ama a sus hijos como son porque son hijos de Dios”.
También se le entregó al papa una camiseta con los colores del arcoíris con las palabras del Evangelio: “En el amor no hay miedo”.
Según el blog español Religión Digital, citado por ACI Prensa, una de las personas que se encontró con el Papa y que prefirió mantenerse en el anonimato afirmó: “En el doloroso viaje que, como creyentes LGBT, cada uno de nosotros ha hecho, confieso que no me habría imaginado que hubiéramos llegado a esta etapa. Reunirnos en audiencia con el Santo Padre”.
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El papa Francisco sorprendió a los periodistas que en 2013 le preguntaron, regresando de Río de Janeiro, si había un lobby gay en el Vaticano: “Debemos distinguir el hecho de que una persona sea gay del hecho de que sea un lobby. Si es lobby, no todos son buenos. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”.
A su regreso de Irlanda, en agosto de 2018, los periodistas preguntaron en el avión qué les diría a los padres de un hijo homosexual y Francisco respondió: “Primero, rezar. No condenes, diálogo. Entender, hacer espacio para el hijo o la hija. Dejad espacio para que se exprese ... Nunca diré que el silencio es un remedio”.
“Ignorar al hijo o la hija con tendencias homosexuales sería una falta de maternidad y paternidad. Eres mi hijo o mi hija como eres”, agregó.