Si los científicos llegan a tener éxito en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, no habrá suficientes dosis para todos.
Los laboratorios de investigación y las compañías farmacéuticas están reescribiendo las regulaciones sobre el tiempo que lleva desarrollar, probar y fabricar una vacuna efectiva.
Se están tomando medidas sin precedentes para garantizar que la distribución de la vacuna sea mundial.
Pero existe la preocupación de que quiénes ganarán la carrera por conseguir la inoculación serán los países más ricos, a expensas de los más vulnerables.
Entonces, ¿quién la obtendrá primero, cuánto costará y, en una crisis global, cómo nos aseguramos de que nadie se quede sin ella?
Las vacunas para combatir enfermedades infecciosas suelen tardar años en desarrollarse, probarse y administrarse. E, incluso así, su éxito no está garantizado.
Hasta la fecha, solo se ha erradicado por completo una enfermedad infecciosa humana, la viruela, y eso tomó 200 años.
El resto, desde la poliomielitis hasta el tétanos, el sarampión, las paperas y la tuberculosis, vivimos con o sin ellas gracias a las vacunas.
¿Cuán pronto podremos tener una vacuna contra el coronavirus?
Se están realizando ensayos que involucran a miles de personas para ver qué vacuna puede proteger contra la covid-19, la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus.
Un proceso que generalmente toma de cinco a 10 años, desde la investigación hasta la entrega, se está reduciendo a meses.
Mientras tanto, la fabricación se está ampliando, y los inversores y fabricantes están arriesgando miles de millones de dólares para producir una vacuna efectiva.
Rusia dice que los ensayos de su vacuna Sputnik V han mostrado signos de una respuesta inmune en los pacientes y la vacunación masiva comenzará en octubre.
China dice que desarrolló una vacuna exitosa que está disponible para su personal militar.
Pero se han expresado preocupaciones por la velocidad a la que se han producido ambas vacunas.
Niguna de las dos está en la lista de vacunas de la Organización Mundial de la Salud que ya llegaron a la fase tres de ensayos clínicos, la etapa que implica pruebas más generalizadas en humanos.
Los científicos que desarrollan las principales candidatas esperan que su vacuna sea aprobada para fin de año, aunque la OMS ha dicho que no espera ver vacunaciones extensas contra covid-19 hasta mediados de 2021.
La farmacéutica británica AstraZeneca, que tiene la licencia para la vacuna de la Universidad de Oxford, está aumentando su capacidad de fabricación mundial y ha acordado suministrar 100 millones de dosis solo en el Reino Unido y posiblemente dos mil millones en todo el mundo, en caso de que tenga éxito.
Los ensayos clínicos se detuvieron esta semana después de que un participante mostró una supuesta reacción adversa en Reino Unido.
Pfizer y BioNTech, que dicen haber invertido más de US$1.000 millones de dólares en su programa de covid-19 para desarrollar una vacuna de ARNm, esperan poder obtener algún tipo de aprobación de las autoridades regulatorias en octubre de este año.
Si se aprueba, eso significaría tener que fabricar hasta 100 millones de dosis para fines de 2020 y potencialmente más de 1.300 millones de dosis para fines de 2021.
Hay otras 20 compañías farmacéuticas con ensayos clínicos en curso.
No todas tendrán éxito. Normalmente, solo alrededor del 10% de los ensayos de vacunas tienen éxito.
La esperanza es que el enfoque global, las nuevas alianzas y el propósito común aumenten esta vez las probabilidades.
Pero incluso si una de estas vacunas tiene éxito, es claro que habrá una escasez inicial.
Prevenir el nacionalismo de vacunas
Los gobiernos están cubriendo sus apuestas para asegurarse vacunas potenciales realizando acuerdos para millones de dosis con una variedad de candidatas antes de que ninguna de éstas haya sido certificada o aprobada oficialmente.
El gobierno del Reino Unido, por ejemplo, ha firmado acuerdos por sumas no reveladas para seis vacunas potenciales contra el coronavirus, que pueden tener éxito o no.
Estados Unidos espera obtener 300 millones de dosis para enero como parte de su programa de inversión para acelerar una vacuna exitosa.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Incluso han recomendado a los estados que se preparen para el lanzamiento de una vacuna el 1 de noviembre.
Pero no todos los países están en condiciones de hacer lo mismo.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras, que a menudo están en primera línea la distribución de vacunas, dicen que establecer acuerdos avanzados con compañías farmacéuticas crea "una peligrosa tendencia de nacionalismo de vacunas por parte de las naciones más ricas".
Esto, a su vez, reduce las reservas mundiales disponibles para los más vulnerables en los países más pobres.
En el pasado, el precio de las vacunas que salvan vidas ha dejado a muchos países luchando por inmunizar totalmente a los niños contra enfermedades como la meningitis, por ejemplo.
La Dra. Mariângela Simão, subdirectora general de la OMS responsable del acceso a medicamentos y productos sanitarios, dice que debemos asegurarnos de que el nacionalismo de vacunas se mantenga bajo control.
"El desafío será garantizar un acceso equitativo, que todos los países tengan acceso, no solo aquellos que pueden pagar más".
Fuente: BBC