El montón de horas que pasamos ante los monitores y pantallas de nuestros aparatos electrónicos a veces pasan sin darnos cuenta. Solo cuando sentimos cierta incomodidad, o vemos nuestra mirada apagada ante el espejo caemos en cuenta del mucho tiempo que estuvimos pegados a la pantalla.
Las reuniones virtuales, las videollamadas familiares, los juegos para distraer la mente de la indudable incertidumbre pueden hacerse interminables, y tarde nos damos cuenta de que podemos perjudicar nuestra salud.
La doctora Vanessa Fuentes, médico oftalmólogo, investigadora y coach visual digital explica las incidencias de estas prácticas desde un enfoque realista y franco.
-¿Qué daños puede ocasionar a nuestros ojos estar muchas horas expuestos a monitores y otros aparatos electrónicos?
-Durante el confinamiento, muchos hemos estado obligados a estar más tiempo frente a la computadora, y esto puede hacer que presentemos malestares como dolor de cabeza, ojos secos o llorosos, picazón o sensación de ardor en los ojos, cambios en la percepción del color, visión borrosa y dificultad para concentrarnos entre muchos otros síntomas. Estos se deben, principalmente, a tres daños importantes.
El primero de ellos es la fatiga visual digital, o síndrome de visión frente al computador. Esto es un tipo de lesión por esfuerzo repetitivo de los ojos causado por períodos de descanso insuficiente, condiciones de trabajo e iluminación incorrectas, la inadecuada posición de la pantalla, el deslumbramiento directo o indirecto que hace que los ojos tengan que luchar para distinguir entre las imágenes de la pantalla y ese deslumbramiento.
El segundo daño es el síndrome del ojo seco. Ocurre cuando los ojos se inflaman por falta de lubricación. Muchos factores influyen en que se sufra de resequedad visual cuando estamos frente a la pantalla. Por ejemplo, cuando nos concentramos tanto que no parpadeamos adecuadamente. O cuando tenemos una corriente de aire que afecta los ojos. También algunos medicamentos ocasionan resequedad ocular, y esa resequedad agota los ojos.
El tercer daño es estar mucho tiempo expuestos a la luz artificial de las oficinas o de las pantallas, o mantener el televisor encendido durante muchas horas en la noche. Esto altera el ritmo circadiano, el cual se refiere a los tiempos regulares a los que nuestro cuerpo está acostumbrado para funcionar.
Esto quiere decir que ciertas ondas cortas de luz ultravioleta y de luz azul que emiten estas pantallas suprimen la melatonina, que es la responsable de regular el sueño, de hacer que nuestro organismo se repare con el descanso y nos despertemos renovados. Si esto no ocurre, estamos irritables, y pueden generarse enfermedades metabólicas, obesidad, hipertensión e inclusive cáncer.
-¿Cuántas horas continuas podemos estar ante estos aparatos sin causarnos daño?
-Hoy en día estos dispositivos se han vuelto parte de nosotros mismos. Quién no se despierta en las mañanas y lo primero que hace es ver el celular. Puedes pasar todo el tiempo que necesites, pero incorporando nuevos hábitos para que no generes malestar en los ojos. Cada vez llegan más personas a consulta preguntando cómo pueden pasar más tiempo frente al computador sin sentir malestar. Es imposible que le digamos a los pacientes que deben limitar el uso de las pantallas para sentirse mejor, esa ya no es una respuesta realista. Ahora tenemos que ayudarlos a aprender a relacionarse con los monitores de la forma adecuada.
-¿Qué recomendaciones puede brindarnos para evitar daños y tener ojos inagotables?
-Como coach visual recomiendo trabajar siete factores. El primero, el factor tecnológico. Hay que revisar cómo se sienta el individuo y la ubicación del computador. Lo recomendable son entre 60 y 70 centímetros de distancia entre la persona y el computador. Debe estar a una altura de adecuada. El borde superior de la pantalla debe estar más o menos al mismo nivel de los ojos, sin ninguna inclinación. Debes ver el computador de frente y un poco hacia abajo. Además, asegúrate de que puedas filtrar la luz azul para evitar fototoxicidad y que durante la noche se suprima la melatonina. También se puede activar el modo oscuro de las aplicaciones.
El segundo factor, es la resequedad, hay que mantener esa lubricación que nos permite ver con nitidez los caracteres y las imágenes. Un buen ejercicio es el 20-20-20, que consiste en que cada 20 minutos, parpadeamos 20 veces, o que veas algo que esté a una distancia de 20 pies durante 20 segundos.
El tercer factor es el ambiente. La iluminación en tu espacio es muy importante para mantener ojos sanos. Por ejemplo, en las mañanas la luz pueda ser más fría, pero que en la medida que pasa el tiempo la luz sea más cálida.
El cuarto factor es trabajar los ojos y revisar su salud. Hay que fortalecer los músculos y estar seguro de descartar cualquier enfermedad,
Luego, el quinto factor, es interesante porque se trata de la alimentación, la cual influye en que la luz azul no afecte tanto los ojos. El consumo de luteína, de cúrcuma, arándanos, vitamina C nos ayuda a aumentar la resistencia frente al computador.
El siguiente factor de recomendación es trabajar el estrés visual. Es ideal los fines de semana poder meditar, hacer ejercicios para relajar los ojos.
El último factor que trabajamos es que revisemos los hábitos. Fumar, maquillarse demasiado o usar pestañas postizas afecta en el uso de los monitores.
Como recomendación especial, la doctora Fuentes aclara que es un mito que la luz azul sea dañina. “La luz azul que emite el sol nos ayuda a estar alegres, concentrados, gracias a la dopamina que generamos. Debemos estar expuestos a la luz azul natural, pero la luz azul de los computadores es muy brillante, y si bien en el día no nos afecta, en la noche sí debemos evitarla”.
Fuente: Yahoo Vida y Estilo