A pesar de que los abdominales han sido considerados durante mucho tiempo uno de los ejercicios físicos por excelencia, algunos especialistas no creen que sea la mejor opción.
Si quieres trabajar la sección media de tu cuerpo recurres a este entrenamiento; pero en la última década, la industria del 'fitness' parece haberlos dejado a un lado. La razón, un estudio realizado con animales que podría demostrar que esta práctica no es siempre la más adecuada.
La revista especializada en ejercicio 'Self' ha realizado una investigación para conocer por qué se han ganado la mala reputación que actualmente tienen para muchos entrenadores profesionales del deporte.
Uno de los estudios más frecuentemente citados sobre abdominales y salud espinal, publicado en la revista 'Clinical Biomechanics' en 2001, estudió las columnas vertebrales de varios cerdos y concluyó que la flexión repetida puede estar relacionada con la hernia discal.
En este y otros estudios, en los que se extrajeron esta parte de los animales y se sometieron a miles de ciclos de flexión en un laboratorio, la mayoría de los discos espinales experimentaron hernias completas o parciales. Los investigadores han dicho que esto muestra una conexión entre la flexión espinal y el daño del disco. Pero, aunque la investigación apunta a este daño en la columna por los abdominales, no es suficiente para concluir que debemos evitarlos a toda costa.
Para empezar, no eres un cerdo. "Los estudios que se realizan en animales tienen una aplicabilidad limitada en humanos porque la mayoría no se realizan en primates que caminan erguidos", explica a la revista Harvey E. Smith, jefe de cirugía de columna ortopédica en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania. Eso no significa que los estudios sean inútiles, pero sí que los investigadores tienen que forzar una gran cantidad de extrapolación para sacar conclusiones para los humanos, señala.
Además, no estás muerto. El hecho de que las espinas de la investigación fueron tomadas de animales sin vida, es una gran diferencia, según explica Brad Schoenfeld, profesor asociado de ciencias del ejercicio en CUNY Lehman College. Schoenfeld fue coautor de la revisión de una investigación sobre este tema, que se publicó en la edición de agosto de 2011 del 'Strength and Conditioning Journal'. “El tejido vivo se adapta de manera diferente que el tejido muerto”, por lo que la investigación deja de lado la cuestión de cómo nuestras espinas podrían adaptarse y cambiar (en el buen sentido) cuando ejercemos una presión similar a la del abdominal.
Además, probablemente no estés haciendo decenas de miles de abdominales. Schoenfeld señala que las espinas de cerdo estudiadas fueron sometidas a muchos ciclos de flexión y extensión. La revisión señala que el total de veces que una columna se dobló en cada estudio varió de 4.400 a 86.400. "Esa no es la forma en que generalmente hacemos este ejercicio", destaca. "Yo por lo menos no conozco a ninguna persona que haga 4.000 abdominales", añade.
Sin embargo, hasta la fecha, todavía no hay estudios en humanos sobre cómo los abdominales impactan la columna vertebral, relata Schoenfeld. Aunque la única investigación que tenemos es sobre animales muertos, Schoenfeld dice que no necesariamente tiene que carecer de significado: "Podría haber alguna extrapolación y señala el hecho de que necesitamos equilibrar el volumen y otros factores. También apunta a que si te excedes, puede haber problemas".
Otra tema que hay que tener en cuenta es que este trabajo menciona que podría haber algunos beneficios para los ejercicios de flexión espinal, como los abdominales, en términos de aumento del intercambio de líquido cefalorraquídeo y promover un mejor suministro de nutrientes a los discos.
¿Deberías hacer abdominales?
Schoenfeld dice que decidir qué ejercicios hacer y no hacer realmente se reduce a objetivos. Si su objetivo es obtener un tiempo de carrera más rápido, debes hacer un entrenamiento de velocidad, no pesas. Si tu objetivo es fortalecerte todos tus músculos si que deberías hacerlas. Pero si un determinado movimiento no te acerca a tus objetivos, entonces probablemente no hay razón para que debas hacerlo.
Dicho esto, la mejor razón para hacer abdominales es la hipertrofia (crecimiento del tamaño muscular) de la zona central abdominal. Si eres un culturista, los abdominales debería ser una parte importante de tu entrenamiento.
Pero si no lo es, y tu objetivo es fortalecer el centro de tu torso (¡incluida la zona abdominal!), probablemente estaría bien que nunca vuelvas a hacer abdominales y te concentres en otros ejercicios que mantienen esta zona fuerte y saludable. Algunos ejercicios funcionales para esta zona, aunque pueda no parecerlo, son las sentadillas, peso muerto y estocadas.
Además, si tienes ciertos problemas o lesiones en la espalda, es posible que desees evitar este ejercicio. "Es mejor errar por el lado de la precaución y no hacerlos si tienes molestias en la columna vertebral sin poder determinar qué es lo que lo causa", relata Schoenfeld. Si alguna vez no estás seguro de si los abdominales (o cualquier otro ejercicio) son seguros para ti, deberías hablar con tu médico.
Fuente: Diario El Confidencial