En medio de alertas por una nueva ola de rebrotes del coronavirus en Europa y cuando los contagios parecen moderarse en EEUU y Brasil, los países más afectados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó este viernes que espera que la pandemia dure "menos de dos años".
"Esperamos acabar con esta pandemia en menos de dos años. Sobre todo, si logramos unir nuestros esfuerzos (...) y utilizamos al máximo los recursos disponibles y esperando que podamos disponer de herramientas suplementarias como vacunas, pienso que podremos acabar con ella con un plazo más corto que el de la gripe (española) de 1918", señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Desde que la enfermedad apareció en China en diciembre, ha provocado al menos 796.823 muertos y contagiado a unos 22,8 millones de personas, según un balance global establecido por AFP a partir de fuentes oficiales. El país más afectado del mundo, Estados Unidos, suma 5,6 millones de casos y más de 175.000 muertes. Pero los contagios disminuyeron en las últimas tres semanas: después de alcanzar un máximo de más de 70.000 nuevos casos diarios en julio, el país registró 43.000 contagios el jueves.
Además, las hospitalizaciones se redujeron un tercio desde ese pico, según el Proyecto Covid Tracking, y el número de muertes, estable en 1.000 por día desde fines de julio, debería comenzar a disminuir. "Se puede esperar que la semana que viene empecemos a ver una reducción" en las muertes, dijo el jueves el director del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, a la revista médica Jama.
Pobreza y covid
América Latina sufre casi una tercera parte del saldo mortal de la pandemia, con 253.507 decesos. En esta región, la situación acentúa la pobreza y la ya de por sí marcada desigualdad, amenazando con borrar una década de avances sociales. Miles de familias han enfrentado el dilema de llenar el estómago o ponerse a salvo del contagio. "A causa de esta pandemia quedé desempleada. Hay días que hasta nos saltamos una comida porque la situación está difícil", cuenta Milena Maia en la favela de Heliópolis, una de las mayores de Sao Paulo.