Comercio marítimo centroamericano
Empresarios de El Salvador y Costa Rica han buscado opciones para movilizar sus carga debido a las medidas por la pandemia. El proyecto del ferri es una opción para ambos países.
El Salvador ha tenido en agenda durante siete años el proyecto del ferri. En enero de este año, el Gobierno de El Salvador inauguró las instalaciones donde funcionaría. Por su parte, Costa Rica analizaba utilizar Golfito o Caldera como muelles, pero debido a la emergencia se habían decantado por Golfito.
"Para nosotros, lo importante es tener un ferri y esa era una alternativa (Puerto Golfito) que se dio a raíz que puerto Caldera no estaba en las condiciones", aseguró Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (COEXPORT).
Sin embargo, para Cuéllar es mejor la opción de Puerto Caldera, ya que la distancia con el otro puerto es mayor, y eso les significa más costos a los exportadores. Además, en puerto Golfito debían realizarse más adecuaciones.
Las compañías de ferri que han expresado su deseo para ver la viabilidad, no desisten aún, ya que podían ir a cualquiera de las dos opciones. "Lo importante aquí es que hay un alternativa viable", aseguró Cuéllar.
Según la directora de COEXPORT en Costa Rica ya se comprometieron en hacer las adecuaciones en puerto Caldera y ya existe comunicación entre los dos gobiernos. "Nosotros estamos listos, independientemente la terminal que sea, tenemos todo, la infraestructura y oficinas", aseguró.
Sin embargo, para Cuéllar el único inconveniente no solo son las adecuaciones, sino también las tarifas elevadas en Caldera, "Se estaba hablando de ver cómo se podía bajar esa tarifa, porque las de Costa Rica son tres veces más altas que las tarifas de El Salvador", señaló.
En El Salvador, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) ya tiene un tarifario que los empresarios consideran accesible. Cúellar espera que a final de año pueda estar la alternativa, y lo único en lo que deben ponerse de acuerdo es con las tarifas.
Romeo Romero, economista y especialista en comercio internacional, explicó que, independientemente del puerto que se elija en Costa Rica para operar el ferri, el proyecto es una alternativa viable para agilizar y promover el comercio, no solo en el país sino que en toda la región centroamericana. Agregó que una de las ventajas del ferri es el volumen de medios de transporte que se pueden movilizar en un solo embarque, lo que haría más eficientes los procesos.
Además, Romero aseguró que, en este caso, el complicado es Costa Rica, ya que Puerto Caldera tiene una operación de demanda muy alta que dificulta añadir las operaciones del ferri, en contraposición con el Puerto de La Unión.
"En caso de que el proyecto del ferri ya no se realice, el principal afectado es el comercio, que será siempre sometido a las colas en los puestos fronterizos terrestres, con todos los costos y males que esto produce al sector exportador. Además, seguiríamos sin poder operar en Puerto de La Unión", dijo Romero.
También dijo que El Salvador tiene ventaja ya que el Gobierno ha invertido en la infraestructura del Puerto. "Según lo han anunciado, ya se cuenta con los procedimientos y protocolos para operar el ferri; es decir, si no es con Costa Rica, se puede implementar con otro país que muestre interés y no se comenzaría desde cero, ya esa parte de la tarea la tenemos hecha", aseguró.
Fuente: La Prensa Gráfica El Salvador