Los "medidores" del bañador
A principios del siglo XX los trajes de baño comienzan a ajustarse más al cuerpo de la mujer. En estos años el concepto de "darse un baño" se empieza a relacionar también con hacer ejercicio, nadar. Por esa razón es necesario que se ciñan más al cuerpo y sean más cómodos, aunque los materiales continuaban siendo bastante pesados, ya que se empleaba lana o, con el paso de los años, algodón.
En este sentido destaca la nadadora profesional australiana Annette Kellerman, que fue una de las precursoras en el uso del traje de baño de una sola pieza, en lugar de los pantalones que hasta entonces estaban permitidos.
A partir de 1910 cada vez más mujeres se deshicieron de las medias para poder nadar y comenzaron a usar los bañadores de una sola pieza. Esto provocó un escándalo entre las autoridades, que lo consideraban un atentado a la moral. Es por ello que en 1920 aparecen "los medidores", que se encargaban de asegurar que el largo de los bañadores (tanto si eran como una falda, como si eran de pantalón) era el adecuado. La regla estándar era que no se podía enseñar más de 15 cm de muslo.