El poder del narcotráfico en México tiene mucho que ver en el arsenal con el que los criminales hacen frente tanto a las autoridades como a las células criminales rivales.
De acuerdo con el gobierno federal, 7 de cada 10 armas decomisadas a los criminales son de manufactura estadounidense, una nación en donde el derecho a poseer un arma de fuego está garantizado por su Constitución.
El pasado 17 de octubre, el poder de fuego del narco sacudió a México, durante un operativo contra Ovidio Guzmán López, presunto líder del Cártel de Sinaloa e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Aquella interminable tarde, en Culiacán, Sinaloa, los sicarios de la entidad le doblaron las manos a las fuerzas armadas con la poderosa ametralladora Browning M2.
Dicho arsenal calibre .50 es mundialmente conocido. Nació en 1933 y fue diseñado hacia el final de la Primera Guerra Mundial por John Browing. Lo hizo para equipar la fuerza de sus aliados franceses e ingleses que tenían la Hotchkiss.
“La madre de todas las ametralladoras” mide casi dos metros y pesa cerca de 40 kilos que pueden llegar a 60 si se incluye el trípode. Su alcance efectivo es uno de sus puntos fuertes: 1.800 metros. Sin embargo, cuando fuera usada como artillería antiaérea, su rango era de 300 metros, fundamentalmente para repeler a helicópteros o aviones de baja velocidad. Dispara 550 proyectiles por minuto.
El Cártel del Noreste, en cambio, ha logrado imponerse al gobierno mexicano con armamento de origen israelí, como el llamado Galil, un fusil de asalto estándar, que tiene un alcance efectivo de 800 a 1.100 metros y un calibre de 5.56 y 7.62 mm. La resistencia de dicha arma ha sido probada por las Fuerzas Militares de Colombia.
Las autoridades en México también han asegurado al grupo criminal fusiles tácticos automáticos o de asalto AR15, M16, AK47, Galil, así como pistolas calibre 9.49 y 45 mm.
El cártel originario de Tamaulipas es conocido también por utilizar las llamadas “camionetas monstruo”, que son una especie de tanquetas de guerra con las que enfrentan a sus amigos y a las autoridades en operativos.
En 2015, el todopoderoso Cártel Jalisco Nueva Generación dio un golpe contra las autoridades utilizando armamento de guerra.
Se trató del Lanzacohetes RPG-7, proveniente de Rusia. Con la misma estrategia de los terroristas en Medio Oriente, el grupo criminal derribó un helicóptero que logró aterrizar de emergencia antes de incendiarse por completo; pese a ello, seis militares murieron.
Esa fue la primera vez que el cártel de las drogas consiguió dañar un transporte aéreo de las fuerzas de seguridad.
Organizaciones terroristas como el Estado Islámico, el Talibán o las fuerzas rebeldes en Somalia y Siria han conseguido derribar así las aeronaves de Estados Unidos o de los ejércitos de la OTAN y sus aliados.
Uno de los antecedentes más significativos de la capacidad de fuego de los narcos es la Familia Michoacana que se ha armado con poderosas Ametralladoras Saw 5.5. Entre sus características se encuentra que dispara 900 tiros por minuto, con una velocidad máxima de 915 m/s. Su peso es de 10.2 kilogramos y el calibre de 5.56 mm.
Fuente: Infobae