Michael Jackson ha sido es y será una de las personalidades más misteriosas y extravagantes que han existido. Semidiós para unos, enfermo y delincuente para otros, Jackson sigue haciendo correr ríos de tinta después de más de 10 años de su fallecimiento.
Un nuevo libro sobre él acaba de salir a la luz. Pero no se trata de un libro más que habla sobre su carrera y su vida. Este es diferente. Este desvela el contenido, hasta ahora desconocido, de parte de un diario privado que el artista escribió hasta pocos días antes de morir.
Dylan Howard es el autor de 'Bad: Una investigación sin precedentes sobre el encubrimiento de Michael Jackson'. El libro, publicado esta semana en Estados Unidos, desvela la ambición desmesurada que Jackson tenía. Desesperado por ser "el más grande", como él mismo escribe, cuenta que desea alcanzar la inmortalidad de Chaplin, Walt Disney, Fred Astaire y Gene Kelly. Para ello, tiene trazado un plan.
Su objetivo era llegar a ganar 20 millones de dólares por semana. ¿Cómo? Enumera conciertos en las Vegas, conciertos con el Cirque du Soleil, un acuerdo con Nike y sobre todo, proyectos en el mundo del cine. Hollywood era su gran plan maestro.
Michael Jackson quería rescatar clásicos y llevarlos al cine con él como protagonista. “20.000 leguas de viaje submarino” o “El séptimo viaje de Simbad” son las películas que el Rey del Pop menciona como grandes ideas que llegarían a los cines rodeadas de una orquestada colección de merchandising. “Si no me concentro en la película, no hay inmortalidad”, escribe.
Su idea era actualizar hasta 40 películas.
Además de su insaciable ambición, el diario de Jackson también retrata a un hombre desconfiado y lleno de miedos. El cantante muestra recelo por su gestor, Tohme R., del que asegura que "no lo quiero, ni en el avión ni en mi casa". "A partir de ahora, quiero firmar todos los cheques de más de 5.000 dólares. Contrata a un gestor de confianza y a un abogado", escribe.
Su paranoia llega hasta tal punto que Jackson asegura estar convencido de que quieren acabar con su vida: "Me temo que alguien me matará. Hay gente mala en todas partes. Quieren destruirme y tomar el control de mi editorial. El sistema quiere que me maten por mi catálogo de música. Pero no lo voy a vender ", se puede leer en su diario.
La magnitud de los proyectos y el estrés preocupaban a Michael Jackson. Con 50 años, su cuerpo empezaba a darle problemas y necesitaba tomar analgésicos de manera constante para mitigar los dolores. “Conrad debe hacer su trabajo ahora. No puedo estar cansado ahora”, escribe haciendo referencia al doctor Conrad Murray, el mismo que le administró Propofol, el fuerte sedante que acabó con su vida.
En cuanto al tema de los abusos sexuales a niños, el autor del libro, Dylan Howard, asegura que tuvo acceso a algunos vídeos en los que Jackson aparece con menores. Howard describe juegos poco apropiados para un niño que incluía un lenguaje grosero y poco apropiado, pero admite no haber presenciado abusos sexuales. Sí que apunta, sin embargo a todo lo que las autoridades requisaron de la casa de Jackson durante uno de los registros: “Había una multitud de libros con fotos de niños y adultos jóvenes en diferentes etapas de desnudez. Las autoridades creían que material como ese podría haber sido utilizado por Michael para desensibilizar a los menores“.
Fuente: Vanitatis