Miembros del cártel mexicano de Sinaloa, que tiene a su líder El Chapo Guzmán preso en EE.UU., se han hecho un santuario en una región montañosa donde guardaespaldas fuertemente armados patrullan las calles libremente.
Las imágenes de los miembros armados del Cartel fueron capturados en el estado de Durango, en el noreste de México.
La región montañosa, que es un importante productor de opio y cannabis mexicano, a menudo se conoce como el 'Triángulo de Oro', porque es donde se encuentran los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Según los medios locales, el cartel se ha apoderado del área en Durango y lo ha establecido como un "santuario" para sus líderes.
Libres de policías, los líderes del cartel pueden caminar libremente por las calles rodeados de sus tropas fuertemente armadas.
Las imágenes muestran una larga fila de hombres armados que se alinean en una calle con ametralladoras y que usan chalecos antibalas mientras gritan: "Arriba Durango".
Se cree que las tropas pertenecen a Los Cabrera, que son el brazo armado del Cartel de Sinaloa, encabezado por José Luis Cabrera Sarabia.
TIERRA SIN DERECHO
Según una investigación realizada por el Ministerio de Defensa Nacional, también se descubrió que el ala armada, también involucrada en el tráfico de drogas, ejecuciones y extorsiones, estaba reclutando menores en sus filas.
El hermano de José Luis, Felipe Cabrera Sarabia, apodado 'El ingeniero' y 'Señor de las montañas', recientemente se declaró inocente de los cargos de tráfico de drogas en un juicio en curso en los Estados Unidos después de que fue extraditado desde México.
Según los medios locales, Cabrera Sarabia era el jefe de guardia del famoso narcotraficante Lord 'El Chapo' Guzmán.
El Chapo fue enjaulado de por vida en 2017 después de ser declarado culpable de tráfico de cocaína, heroína y marihuana, y también participó en conspiraciones de asesinato durante su tiempo como el famoso narcotraficante.
A principios de esta semana, al menos diez cuerpos fueron arrojados al costado de una carretera en México cuando estalló una nueva guerra sangrienta de pandillas en Sonora.
Se decía que los asesinados eran miembros de una banda criminal liderada por Rafael Caro Quintero.
Algunos de los hombres encontrados muertos tenían la mano atada a la espalda, mientras que otros fueron descubiertos sin camisa en el pavimento.
La pandilla armada también incendió una estación de servicio cercana, así como varias casas y vehículos.
