“Para EHang, eso nos permite aumentar nuestra ventaja como pioneros y acelerar la comercialización de la tecnología UAV y soluciones de movilidad aérea para fines logísticos”, agregó. “También sienta las bases para que los reguladores de todo el mundo exploren y establezcan conjuntamente un entorno regulatorio coordinado, que apoye y sea sostenible. Esto beneficiará al desarrollo a largo plazo de las prometedoras aplicaciones de Movilidad Aérea Urbana (MAU)”.
AeroMobil ya ha realizado pruebas de vuelos con los drones de pasajeros en Eslovaquia y Kitty Hawk ha hecho lo propio en Estados Unidos. Los expertos han predicho que el mercado de coches voladores podría tener un valor de 1000 millones de dólares en 2030.
La mayor barrera para los coches voladores es la regulación, especialmente en el Reino Unido, donde la Autoridad de Aviación Civil (CAA, por sus siglas en inglés) fija las reglas.
La CAA ha dicho que cualquier vehículo volador sería tratado exactamente de la misma forma que otras aeronaves ligeras y que pasarán “muchos años” antes de que puedan volar sin piloto.