Otro video viral en Estados Unidos que provoca pasmo e indignación. Un ciudadano negro, y desarmado, murió después de que un policía blanco de Minneapolis (Minesota) lo tuviera neutralizado en el suelo, junto a un auto.
El agente blanco mantuvo su rodilla presionando el cuello de ese hombre, pese a estar boca abajo, sin poder moverse, mientras el detenido suplicaba con un repetido “no puedo respirar”. Algunos transeúntes afearon a los uniformados gritándoles “no se puede mover”, “deja de presionarle el cuello” o “¿lo vas a matar?”.
La visión de esas imágenes, grabadas por Darnella Frazier, resultan todavía más perturbadoras al observarse cómo cambia la actitud de la víctima, del estado de agitación, tratando de lograr algo de piedad, hasta el momento en que se apaga y se queda inmóvil, sin fuerzas. Cuando lo suben en la camilla, su cuerpo parece un peso muerto. Lo dieron por difunto nada más entrar en el hospital.
El departamento de policía de Minneapolis anunció este martes que ese hombre, identificado como George Floyd, de unos 40 años, falleció por “un incidente médico” después de que un agente respondiera a una llamada este pasado lunes. El FBI y las autoridades del estado han abierto una investigación sobre esta muerte. Defensores de los derechos civiles y responsables municipales solicitaron una respuesta rápida.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, se mostró estupefacto tras ver el vídeo. “Ser negro en Estado Unidos no pude ser una sentencia de muerte”, remarcó. “Nuestra comunidad sufre este trauma una vez y otra y otra”, afirmó la concejal Andrea Jenkins a Kare, un canal local. El alcalde decidió dar el despido al policía que protagonizó el incidente, además de uno de sus compañeros y a dos miembros de otra patrulla. “Es lo más correcto que puedo hacer”, aseguro Frey.
Este caso se produce en un momento en que aún continúa el sobresalto por la muerte a tiros de Ahmaud Arbery en Georgia. A este joven negro lo cazaron un padre (expolicía) y su hijo cuando hacía jogging por un barrio residencial. Un tercero grabó el encuentro. Los tres están detenidos y el Departamento de Justicia está dispuesto a investigar el caso por odio racial.
En este nuevo caso, la súplica del “no puedo respirar” suena a eco de la muerte de Eric Garner, a manos de un policía de Nueva York, en julio de 2014, uno de las tragedias que propició, junto a la de Michael Brown en Ferguson (Misuri), el nacimiento del movimiento Black Lives Matter.
Según datos oficiales, una patrulla de agentes de Minneapolis acudió a la Chicago Avenue South, pasadas las ocho de la tarde del lunes, tras recibir un aviso por un altercado en el que se describió a un hombre negro sentado en el techo de un vehículo y, aparentemente, bajo la influencia de una ingesta alcohólica.
Al llegar al lugar, los patrulleros encontraron a ese hombre dentro del coche. Le ordenaron que saliera y una vez fuera mostró resistencia a ser registrado.
El video que ha corrido por las redes empieza luego, cuando ese hombre ya está reducido en el suelo, con la rodilla sobre el cuello y pidiendo al uniformado blanco que no presionara porque le ahogaba. Al cabo de unos minutos, ese hombre deja de moverse.
En plena calle, uno de los transeúntes advierte que el hombre sangra por la nariz o que lo va a matar. El agente que tiene reducido al hombre se comporta inmutable a esas peticiones. Su compañero se encara a los ciudadanos que protestan por su violencia.
La familia del difunto, mediante el abogado Benjamin Crump, emitió un comunicado: “Este abusivo, excesivo e inhumano uso de la fuerza ha costado la vida a un hombre que estaba siendo detenido por la policía para cuestionarle sobre cargos no violentos”.
Crump indicó que “buscaré justicia para esta familia” y reclamó una respuesta a la policía.