REGGIE MILLER
El escolta Reggie Miller integra todas las discusiones respecto de los mejores tiradores de la historia de la NBA. Un verdadero asesino desde la línea de tres puntos en una época en la que los tiros de larga distancia todavía no dominaban la Liga como lo hacen ahora. Esto conduce a pensar que Miller fue un verdadero adelantado que sería capaz de anotar 40 puntos todas las noches en la actual liga, en donde la larga distancia reina gracias a jugadores como Stephen Curry y Klay Thompson. Tan bueno era Miller que es uno de los pocos integrantes del famoso club 50-40-90: aquel del que forman parte los ocho jugadores que promediaron durante al menos una temporada 50% de eficacia en tiros de campo, 40% desde la línea de tres y 90% en tiros libres. Para tener como referencia, Michael Jordan, Kobe Bryant y LeBron James no integran ese club.
Sin embargo, su gran poderío ofensivo no hizo posible el tan ansiado sueño de ser campeón de la NBA. En 1998, con el legendario Larry Bird como entrenador, los Indiana Pacers de Miller estuvieron a punto de lograr lo que en ese entonces parecía imposible: eliminar a Michael Jordan de los Playoffs.
Con un gran equipo que además tenía a Mark Jackson como base, el holandés Rik Smits como pívot y los aleros Chris Mullin y Jalen Rose, los Pacers llevaron a los Bulls a siete juegos en las Finales de la Conferencia del Este. Sin embargo, MJ tenía otros planes y terminó encaminando al equipo de Chicago a la victoria, para luego obtener el sexto título para la franquicia en la fase siguiente.
Miller permaneció en la liga hasta 2005 y su camiseta número 31 fue retirada por la franquicia de Indiana, la única para la que jugó. En el 2000, los Pacers alcanzaron las Finales de la NBA, pero cayeron derrotados ante Los Ángeles Lakers, que contaban con Kobe Bryant, Shaquille O'Neal y, curiosamente, el entrenador Phil Jackson, quien comandó a los Bulls en sus seis títulos.