Los insectos asesinos, también conocidos como "insectos besadores", transmiten un parásito denominado 'trypanosoma cruzi' que provoca la enfermedad de chagas, un padecimiento que genera inflamación y fiebre. Si no se trata, puede desembocar en una falla cardíaca.
Estos insectos son comunes en regiones de Centroamérica y América del Sur. Cada año cobran la vida de por lo menos 12.000 personas, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.