De forma obligatoria, todo el personal médico tiene que usar engranajes protectores que los aleje del riesgo de contagio. Se han tenido que someter a largas jornadas de trabajo y, de igual manera, han despedido a sus colegas que luchan por acabar con la pandemia, la cual ha dejado miles de personas muertas. La Organización Mundial de la Salud reportó que, actualmente, se han contagiado más de 870.000 personas y han fallecido más de 43.000.
"Los doctores están estresados por el exceso de trabajo y también por la pérdida inesperada de colegas, parientes, amigos y pacientes", afirmó Filippo Anelli.