Panait en realidad mantenía cautiva a Nadia y controlaba su vida. Se alojaban en moteles y hoteles, y Nadia se mostraba renuente a comentar sobre su relación con el hombre casado. Al principio, parecía actuar como un amigo, pero en realidad estaba abandonándola y arruinando su vida.
Nadia, por su parte, pensó que dejar que Panait fuera "su manager", como él decía, era un precio justo que estaba pagando por haberla ayudado a salir de Rumania.