La marca Apple perdió una importante batalla legal en Francia, ya que el organismo francés de Competencia y Fraude (DGCCRF), ha impuesto una multa con 25 millones de euros ($27.3 millones de dólares) por ralentizar intencionalmente el rendimiento de los iPhones más antiguos.
El tema de la obsolescencia programada es uno de los tópicos que ha comenzado a repetirse en diversos países, y apunta principalmente a cómo las compañías fabricantes de productos tecnológicos han monopolizado a través de constantes actualizaciones a dejar sin uso a equipos con algunos años de uso, obligando a los usuarios a comprar nuevas versiones.
Y esto especialmente se está viendo en las empresas de telefonía móvil, ya que los catálogos se renuevan todos los años y los dispositivos antiguos van quedando en el olvido por falta de nuevas características de software.
Tal cómo informa el sitio France Press, esto partió en enero de 2018 a solicitud de la asociación Halt Planned Obsolescence (HOP), que permitió que la fiscalía gala abriera un proceso contra Apple.
“Los propietarios de iPhone no fueron informados de que la instalación de actualizaciones de iOS (10.2.1 y 11.2) podría ralentizar sus dispositivos”, dijo la agencia antifraude DGCCRF en un comunicado.
“Esta es una victoria histórica contra las prácticas escandalosas listas para la basura, tanto para los consumidores como para el medio ambiente”, manifestaron a su vez los cofundadores de HOP Laetitia Vasseur y Samuel Sauvage, y agregaron que considerarán presentar reclamos por daños adicionales para clientes de iPhone.
Las descargas de Apple las hizo en el diario Le Parisien, donde la compañía dirigida por Tim Cook sostiene que, “nuestro objetivo siempre ha sido crear productos seguros que sean apreciados por nuestros clientes; y asegurarnos de que los iPhones duren el mayor tiempo posible es una parte importante de ello. Estamos satisfechos con el resultado con el DGCCRF”.
A través del medio francés, Apple también informa de que no habrá compensación para las 15.000 personas que fueron afectadas por la actualización.
Ya en 2017, la compañía había dado los motivos de estas ralentizaciones.
“Nuestro objetivo es ofrecer la mejor experiencia para nuestros usuarios, que incluye el rendimiento general y la vida útil de sus dispositivos. Las baterías de iones de litio se vuelven menos capaces de satisfacer las demandas de trabajo en bajas temperaturas, cuando tienen poca carga de batería o éstas han envejecido con el tiempo, lo que puede provocar que el dispositivo se apague inesperadamente con el objetivo de proteger sus componentes electrónicos. El año pasado lanzamos una función para iPhone 6, iPhone 6s y iPhone SE que suaviza dichas las cargas de trabajo solo cuando es necesario, para así evitar que el dispositivo se apague inesperadamente durante estas condiciones. Ahora ampliamos esa función al iPhone 7 con iOS 11.2 y planeamos agregar soporte para otros productos en el futuro”.