Aerolínea pide a sus 27 mil empleados que se tomen tres semanas de descanso sin sueldo
Los médicos de Wuhan revelan que el costo para sus caras de lidiar con el coronavirus
¿Por qué estamos contrayendo cada vez más enfermedades transmitidas por animales?
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Según se informa este miércoles, más de 7.000 personas están confinadas en cuarentena a bordo de dos cruceros asiáticos de lujo en Hong Kong (China) y en Japón tras confirmarse varios casos de personas contagiadas con el nuevo coronavirus a bordo.
El crucero que se mantiene en cuarentena en aguas de Hong Kong es el 'World Dream', operado por la naviera Dream Cruise, y el que está fondeado en aguas de Yokohama es el 'Diamon Princess', de la compañía 'Princess Cruises', según informa Bloomberg.
A bordo del 'Diamong Princess', diez personas han dado positivo por coronavirus, del total de 3.700 personas que viajan a bordo, entre tripulación y pasajeros, según ha informado el Ministerio de Sanidad de Japón. El buque estaba fondeado en aguas de Yokohama pero este miércoles ha sido alejado del puerto, según muestran los datos de navegación. A bordo del crucero, 273 personas van a ser sometidas a pruebas para determinar si se han contagiado con el coronavirus.
El Ministerio de Sanidad japonés ha dicho que los diez positivos se han confirmado en las pruebas realizadas a 31 personas hasta el momento. Todos los pasajeros y la tripulación deberán mantenerse alejados de los pacientes de coronavirus y los pasajeros deberán permanecer en sus habitaciones. "Comprobar la salud de los pasajeros y de la tripulación es nuestra prioridad mientras hacemos todo lo posible para prevenir la expansión de la infección", ha dicho el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en una comparecencia ante el Parlamento nipón.
A bordo del 'World Dream' se mantiene a un número similar de personas bajo cuarentena después de que tres personas dieran positivo por coronavirus, según han explicado las autoridades de Hong Kong. El brote del nuevo coronavirus, originado en la ciudad china de Wuhan, en la provincia de Hubei, ha acabado con la vida de 490 personas y ha dejado más de 20.000 afectados, según el último balance de las autoridades chinas.
Aerolínea Cathay Pacific pide a sus 27 mil empleados que se tomen tres semanas de descanso sin sueldo
La aerolínea Cathay Pacific, de bandera de Hong Kong, ha pedido a toda su plantilla, compuesta por 27.000 empleados, que cojan tres semanas de permiso no remunerado debido al impacto que puede tener en el "negocio" la situación por el brote coronavirus, informa hoy el diario hongkonés South China Morning Post.
Según esta información, el consejero delegado de la empresa, Augustus Tang Kin-wing, envió un mensaje en vídeo en el que asegura que Cathay Pacific se enfrenta a una situación "igual de grave" que la generada por la crisis financiera de 2008.
"Les pido a todos que nos ayuden", reclama Tang en su mensaje. "Proteger nuestra liquidez es clave para proteger nuestro negocio".
"No sabemos cuánto va a durar", indicó el directivo, que reconoció una "gran bajada" en el número de visitantes que pasan por Hong Kong, por la China continental y por otros países en los que opera la aerolínea.
Según fuentes próximas a la plantilla citada por el rotativo hongkonés, la directiva de Cathay habría "recomendado encarecidamente" que los empleados tomasen el período sugerido de permiso, o en caso contrario, se vería obligada a considerar el número de trabajadores.
La propuesta de la directiva de Cathay es que todo el personal, incluidos los jefes, tomen tres semanas de baja voluntaria entre marzo y junio.
La última vez que la aerolínea de la excolonia británica tomó este tipo de medidas fue en 2009.
El golpe ha sido doble para la aerolínea, ya que el período del Año Nuevo lunar suele significar grandes beneficios, pero debido a la caída de los viajes por las medidas para tratar de contener la epidemia, esta época festiva ha sido "una de las más difíciles" a las que se ha enfrentado Cathay, afirmó Tang.
Esta medida se une a la decisión de recortar en un 30 % los vuelos al resto del mundo y en un 90 % los trayectos a la China continental durante los próximos dos meses, algo que no hacía desde la epidemia del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) de 2002-2003.
Los médicos de Wuhan revelan que el costo para sus caras de lidiar con el coronavirus
Llagas y marcas en la piel
Estas fotos muestran las heridas faciales, y el aparente agotamiento, que sufren los equipos médicos chinos que trabajan duro en la ciudad de Wuhan, coronada por el coronavirus.
Las imágenes se compartieron ampliamente en las redes sociales y destacan los sacrificios que los médicos y las enfermeras están haciendo para cuidar a sus pacientes enfermos.
Los medios locales dijeron que los miembros del personal médico con sede en Wuhan, en la provincia oriental china de Hubei, se encuentran de pie sin parar.
Se dice que muchos trabajadores están tan exhaustos que a menudo terminan el día durmiendo en sillas y pisos del hospital antes de comenzar otro turno.
Según los informes, los equipos médicos están tan ocupados que no tienen mucho tiempo para comer o incluso ir al baño.
Mientras tanto, también tienen que usar equipo de protección pesado con máscaras faciales o gafas bien ajustadas para ayudar a prevenir infecciones.
Además del estrés mental y emocional de tratar con un número creciente de pacientes con coronavirus, los gruesos trajes y las máscaras ajustadas han dejado a muchos trabajadores del hospital con ampollas, llagas y costras en la cara y el cuerpo.
¿Por qué estamos contrayendo cada vez más enfermedades transmitidas por animales?
El nuevo brote coronavirus, que se ha extendido desde China a por lo menos otros 16 países, ha afectado a más de 20.000 personas y dejado más de 400 muertos, según datos de este martes.
Este virus, que se cree que proviene de algún animal de un mercado de la ciudad de Wuhan, resalta nuestro riesgo de contraer enfermedades transmitidas por la vida silvestre.
Es probable que esto sea un problema mayor en el futuro, ya que el cambio climático y la globalización alteran la forma en que interactúan los animales y los humanos.
¿Cómo pueden los animales enfermar a las personas?
En los últimos 50 años, una serie de enfermedades infecciosas se ha extendido rápidamente después de dar el salto de los animales a los humanos.
La crisis del VIH/SIDA de la década de 1980 se originó en los simios. La pandemia de gripe aviar de 2004-07 vino de unos pájaros y los cerdos nos dieron la pandemia de gripe porcina en 2009.
Más recientemente, se descubrió que el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) vino de los murciélagos, animales que también nos dieron el ébola.
Los humanos siempre han contraído enfermedades de los animales. De hecho, ese es el caso en la mayoría de las nuevas enfermedades infecciosas.
Pero el cambio climático está acelerando este proceso, al mismo tiempo que el aumento del número de habitantes en las ciudades y los viajes internacionales propician que estas enfermedades puedan propagarse más rápidamente.
¿Cómo pueden las enfermedades saltar de una especie a otra?
La mayoría de los animales transportan una variedad de patógenos: bacterias y virus que pueden causar enfermedades.
La supervivencia evolutiva del patógeno depende de la infección de nuevos huéspedes, y saltar a otras especies es una forma de hacerlo.
Los sistemas inmunes del nuevo huésped intentan matar a los patógenos, lo que significa que los dos están encerrados en un eterno juego evolutivo de tratar de encontrar nuevas formas de vencerse mutuamente.
Por ejemplo, aproximadamente el 10% de las personas infectadas murieron durante la epidemia de SARS en 2003, en comparación con menos del 0,1% de una epidemia de gripe "típica".
El cambio climático está alterando y eliminando los hábitats de los animales, transformando la forma en que viven y alterando quién se come a quién.
La forma en que viven los humanos también ha cambiado: el 55% de la población mundial ahora habita ciudades, en comparación con el 35% de hace 50 años.
Y estas ciudades más grandes ofrecen nuevos hogares para la vida silvestre: ratas, ratones, mapaches, ardillas, zorros, pájaros, chacales, monos, que pueden vivir en espacios verdes como parques y jardines, lejos de los desechos que los humanos dejan atrás.
Algunas especies suelen tener más éxito en las ciudades que en la naturaleza debido al abundante suministro de alimentos, lo que hace que los espacios urbanos sean un crisol de enfermedades en evolución.
¿Quiénes está en mayor riesgo?
Las nuevas enfermedades en un nuevo huésped suelen ser más peligrosas, por lo que cualquier infección emergente es preocupante.
Algunos grupos son más vulnerables a contraer estas enfermedades que otros.
Los habitantes más pobres de las ciudades tienen más probabilidades de trabajar en la limpieza y el saneamiento, lo que aumenta sus chances de encontrar fuentes y portadores de enfermedades.
También pueden tener sistemas inmunes más débiles debido a la mala nutrición y la exposición al aire pobre o condiciones insalubres. Y si se enferman, es posible que no puedan pagar la atención médica.
Las nuevas infecciones también pueden propagarse rápidamente en las grandes ciudades, ya que las personas están tan apretadas que respiran el mismo aire y tocan las mismas superficies.
En algunas culturas, las personas también usan la vida silvestre urbana para alimentarse: comen animales capturados dentro de la ciudad o criados en los alrededores.
¿Cómo cambian nuestro comportamiento las enfermedades?
Hasta este martes la OMS ha confirmado 20.630 casos de afectados por el nuevo coronavirus y 426 muertos.
Las posibles consecuencias económicas del brote son claras.
Se han impuesto restricciones de viaje, pero incluso sin estas medidas, las personas tienen miedo de interactuar debido al riesgo de contraer el virus, por lo que cambian su comportamiento.
Se hace más difícil cruzar las fronteras, los trabajadores migrantes temporales no pueden reubicarse y las cadenas de suministro se interrumpen.
Esto es típico de un brote de esta naturaleza. En 2003, la epidemia de SARS le costó a la economía global un estimado de US$40.000 millones en seis meses.
Esto se debió en parte al costo de tratar a los pacientes, pero también al descenso de la actividad económica y del movimiento de personas.
¿Qué podemos hacer?
Las sociedades y los gobiernos tienden a tratar cada nueva enfermedad infecciosa como una crisis independiente, en lugar de reconocer que son un síntoma de cómo está cambiando el mundo.
Cuanto más cambiemos el medioambiente, es más probable que alteremos los ecosistemas y que creemos oportunidades para que surjan enfermedades.