Los avances tecnológicos que hemos visto en 2019 no nos dejan de sorprender. Hemos visto aplicaciones creativas de inteligencia artificial, blockchain, robótica o internet de las cosas a los sectores más diversos, sin excepción.
La tecnología avanza a pasos de gigante en todo tipo de ámbitos, pero hay un campo donde la innovación tiende a estar un paso por delante: el militar.
La preocupación por el componente cibernético de las guerras 4.0 no es baladí y la inversión que realizan los Gobiernos en materia de ciberseguridad crece a medida que lo hace la conciencia sobre la importancia de protegerse en el ciberespacio. Pero la innovación militar no se reduce a este ámbito. Analizamos algunos de los proyectos más interesantes que ha visto la industria en el último año:
La capa de invisibilidad de Harry Potter
La compañía HyperStealth Biotechnology Corporation, dedicada a fabricar uniformes de camuflaje militar, ha patentado " Sigilo cuántico", un tejido que modifica el tratamiento de la luz para impedir la visión de lo que se encuentra inmediatamente al otro lado. Gracias a sus características, el material oculta al objetivo en el espectro de luz visible, pero también permite esconderlo de espectros ultravioleta e infrarrojos y puede bloquear el espectro térmico.
La empresa canadiense ha publicado más de 100 minutos de video que demuestran cómo el material -delgado, barato y autónomo, ya que no precisa de una fuente alimentación externa- es capaz de ocultar personas y todo tipo de objetos y defiende su aplicación militar para camuflar soldados, pero también barcos, aviones y tanques.
Un nuevo concepto de piloto automático
¿Quién no recuerda al piloto automático de Y dónde está el piloto? La Fuerza Aérea de EE.UU. ha querido emular la personificación del conductor no humano de la película para convertir sus aviones en drones autónomos. Con la ayuda de DZYNE Technologies Incorporated, una compañía especializada en este tipo de vehículos, ha desarrollado el programa de conversión no tripulada ROBOpilot, un conjunto de componentes robóticos que se instala en la cabina de los aviones una vez que se han quitado los asientos.
A partir de sus sensores, actuadores y brazos robóticos, el robot es capaz de controlar el timón, hacer ajustes de freno y aceleración y encender los interruptores necesarios en vuelos según los protocolos de las administraciones aéreas de la misma forma que lo haría un piloto humano. De momento, el robot ha completado algunos vuelos de prueba y, aunque todavía no está listo para su uso, su futura entrada en el ámbito militar puede ayudar a extender la vida útil de los aviones.
Un rifle sónico para los antidisturbios
Un grupo de investigadores de la Academia de Ciencias de China ha fabricado una pistola sónica portátil pensada para que la policía y las fuerzas militares la empleen para dispersar multitudes. Se trata de un rifle que genera ondas de sonido de baja frecuencia y, según sus creadores, confunde a las personas que se encuentran delante. No obstante, con una exposición prolongada y elevada intensidad, este tipo de sonidos pueden causar dolor de cabeza, vómitos y mareos, dañar órganos y provocar ataques cardíacos.
Se puede afirmar correctamente que las armas sónicas no son una novedad, pero la innovación de este desarrollo chino es su portabilidad. Hasta ahora, este tipo de dispositivos eran grandes y poco manejables y debían ser transportadas en vehículos.
Mi mascota es un dron de bolsillo
El ejército estadounidense ha firmado un contrato de 35 millones de euros con la empresa FLIR Systems para desarrollar Black Hornets, unos pequeños drones que caben en el bolsillo de sus soldados -miden 15 centímetros de largo y pesan 32 gramos- y pueden servirles para tareas de reconocimiento del terreno. Estos dispositivos diminutos pueden cubrir distancias de hasta dos kilómetros, tienen una autonomía de una media hora y son capaces de enviar imágenes en alta definición y vídeos en tiempo real.
Soldados equipados como en un videojuego
Su nombre oficial es IVAS y son las siglas en inglés de Sistema Integrado de Aumento Visual. Estamos hablando de unas gafas militares de visión nocturna y térmica que además integran ciertas funcionalidades de realidad aumentada. Algunas aplicaciones que encontramos en videojuegos de tipo shooter, como una brújula o un GPS, pueden ser de extrema utilidad en operaciones militares. Aunque esta tecnología se encuentra en una fase de prototipado, los expertos aseguran que se podría empezar a utilizar un dispositivo funcional en un periodo máximo de dos años.
Controlar drones. con el cerebro
Como suena. Tal y como explicó Al Emondi, neurocientífico de la agencia estadounidense DARPA, a la publicación MIT Technology Review, la idea de este proyecto del Pentágono es poder controlar drones a través de la mente. El programa que dirige Emondi lleva un año tratando de desarrollar una interfaz entre cerebro y ordenador que no tenga que implantarse quirúrgicamente. El pasado mayo, para financiar este desarrollo, repartió fondos entre media docena de equipos de investigadores que trabajan la viabilidad de la luz infrarroja cercana o señales eléctricas y de ultrasonido para evitar métodos invasivos.