El nuevo comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Esmail Qaani, prometió expulsar a Estados Unidos de la región, coincidiendo con el funeral de su predecesor, el general Qassem Soleimani.
“Seguiremos el camino del mártir con firmeza y resistencia y la única compensación para nosotros será expulsar a Estados Unidos de la región”, subrayó Qaani en una entrevista con la televisión estatal iraní, nombrado en el cargo el pasado viernes por el líder supremo, Alí Khamenei.
“La venganza por el martirio de Soleimani es una promesa hecha por Alá, y Alá es el principal vengador”, aseguró, al tiempo que ha subrayado que “la continuación de este movimiento busca lograr la gobernanza global del imam Mahdi”.
Durante la jornada de este lunes, cientos de miles de iraníes han participado en los actos en Teherán por el funeral de Soleimani, ceremonias que han sido encabezadas por el líder supremo iraní, el ayatollah Khamanei.
Soleimani murió junto al “número dos” de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), Abú Mahdi al Muhandis, y un grupo de milicianos iraquíes y militares iraníes en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos en el aeropuerto de la capital de Irak, Bagdad.
Washington llevó a cabo el ataque “para proteger al personal estadounidense en el extranjero”, a raíz del ataque contra su Embajada en Bagdad en protesta por otro operativo en el que murieron 25 miembros de las FMP.
Los bombardeos contra Hezbollah en Irak fueron ejecutados en respuesta a la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con proyectiles contra una base militar situada cerca de Kirkuk.
El Gobierno iraquí ha condenado estos operativos por parte de Estados Unidos y ha recordado que las FMP son un elemento fundamental en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
En este sentido, ha argumentado que los bombardeos fueron llevados a cabo de forma unilateral y sin tener en cuenta los acuerdos alcanzados con la coalición internacional que lidera Washington en la lucha contra los yihadistas.
Por ello, el Parlamento iraquí aprobó el domingo una moción que exige la expulsión de las tropas estadounidenses del país y obliga al Gobierno a comprometerse a hacer público cualquier acuerdo que alcance en el futuro para la presencia de asesores y formadores militares extranjeros.
Más amenazas
En la misma línea de Qaani, el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hayizadeh, afirmó durante el funeral que es necesaria “la destrucción completa de EEUU en la región”.
“La venganza del mártir Soleimani no terminará lanzando cuatro misiles, atacando una base (estadounidense) o incluso matando a Trump. Quiero decir, ninguno de estas acciones tiene el mismo valor que la sangre de este mártir”, dijo Hayizadeh, citado por la agencia Mehr.
Las autoridades iraníes han prometido vengar su muerte y consideran que el hecho marca un punto de inflexión y llevará a la retirada de las tropas estadounidenses, aunque Washington comenzó a enviar miles de soldados más.
Ante las posibles represalias, el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió que en ese caso EEUU responda de “una manera desproporcionada”. Trump ordenó el bombardeo que acabó el viernes con la vida de Soleimani, al Muhandis y de otros miembros de ese grupo, cuyos restos también han sido llevados a Irán y son homenajeados en los cortejos fúnebres.
Las personas que se congregaron en el centro de Teherán para rendir tributo gritaban “Muerte a EEUU”. El líder supremo iraní dirigió el rezo multitudinario, al que asistieron los jefes de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo, miembros del Gobierno, diputados y altos comandantes militares.