Este viernes 3 de enero Estados Unidos ha bombardeado una zona de Bagdad en la que ha matado al general más importante de Irán, Qassem Soleimani en el aeropuerto internacional de la capital de Irak. A parte del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, EEUU también ha matado a Mahdi al Mohandes, el vicepresidente de la milicia chií iraquí Multitud Popular.
Este ataque podría llegar a generar una fuerte represalia por parte de Teherán y elevar el conflicto entre Estados Unidos e Irak, algo que de momento ya supondría un peligro inminente para las tropas estadounidenses que se encuentran en Irak, Siria y otros países de la zona.
Estados Unidos se ha defendido de este ataque diciendo que "Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar diplomáticos y militares estadounidenses en Irak y en toda la región" apuntan desde el Departamento de Defensa, y también han asegurado que el general había aprobado los ataques a la embajada norteamericana en Bagdad que se produjeron el pasado martes. La nota mandada desde el Pentágono responsabiliza directamente a Donald Trump de autorizar el ataque, a la vez que también culpa a Soleimani y a la Fuerza Quds "de la muerte de cientos de estadounidenses y de miembros del servicio de la coalición, y de herir a miles más".
Desde La Cabsa Blanca han emitido el comunicado en Twitter en el que comentan que Donald Trump ha autorizado el ataque contra Qasem Soleimani. Por su parte, el Presidente de EEUU ha colgado en su cuenta de Twitter una bandera de Estados Unidos de América.
Las cosas no quedarán aquí, al menos por parte de Teherán, pues el líder de la REevolución Islámica de Irán, Ali Jamenei, ha asegurado que los que han asesinado al general Qasem Soleimani "se enfrentarán a una dura venganza". En un comunicado publicado por medios oficiales persas, el ayatolá Jamenei culpó a la "gente más cruel de la tierra" del asesinato del "honorable" comandante que "luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo". "Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza" comentó Jamenei.