BURJ KHALIFA: 828 METROS
Dubái se ha convertido en un oasis de modernidad y opulencia en medio de un desierto milenario, donde solo había arena y viento. Con una arquitectura de vanguardia y extremadamente lujosa, esta perla de los Emiratos Árabes Unidos pone a disposición de sus visitantes cajeros automáticos que, en vez de entregar billetes, dispensan lingotes de oro.En medio de esta explosión de innovación y avant-garde, es imposible no deslumbrarse con la joya más importante: el rascacielos más alto del mundo. Burj Khalifa, cuyo nombre se eligió en honor al jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan (quien fuera presidente de los Emiratos), ostenta la hasta ahora imbatible altura de 828 metros. Básicamente, más del doble que la torre Eiffel.
Diseñado por Adrian Smith, este gigante con forma de flor a punto de abrirse tardó seis años en construirse (de 2004 a 2010) y en su interior alberga viviendas, oficinas, un hotel diseñado por Giorgio Armani, restaurantes, ascensores que superan los 35 kilómetros por hora y el mirador At the Top SKY, que desde el piso 148 permite disfrutar de un horizonte casi infinito y sentir por un rato que se toca el cielo con las manos.