Este robot de vanguardia está disponible para su compra a un precio de $3 millones.
ARCHAX, que recibe su nombre del antiguo dinosaurio parecido a un ave llamado arqueoptérix, tiene una característica única en forma de monitores de cabina.
Estos monitores muestran imágenes captadas por cámaras exteriores, lo que permite al piloto controlar los brazos y las manos del robot utilizando joysticks desde el interior de su torso. El robot pesa 3.5 toneladas y tiene dos modos: «modo robot», en el que se mantiene erguido, y «modo vehículo», que le permite viajar a velocidades de hasta 10 km/h (6 mph).
El CEO de Tsubame Industries, Ryo Yoshida, de 25 años, concibió este robot como una convergencia de la experiencia de Japón en animación, juegos, robots y automóviles. Su objetivo era crear un producto que encapsulara estos elementos, representando la esencia misma de Japón.
Yoshida tiene planes de producir y vender cinco de estas máquinas a entusiastas de robots, al mismo tiempo que espera que ARCHAX tenga aplicaciones prácticas en operaciones de ayuda en casos de desastres o en la industria espacial en el futuro.
Con experiencia en fabricación, la pasión de Yoshida se originó al aprender técnicas de soldadura en la herrería de su abuelo. Posteriormente fundó una empresa especializada en la producción de manos prótesicas mioeléctricas. Yoshida está decidido a mantener el legado de fabricación de renombre de Japón y se inspira en generaciones anteriores.