Sin embargo, desde entonces, el lugar ha tenido muy poca interacción con el universo turístico. Según informa el medio británico LadBible, en los últimos años, fueron más las personas que conquistaron la cima del Monte Everest que las que se adentraron en la inmensidad del sistema de cuevas Son Doong.
Pero ahora el lugar se ha convertido en un centro de disputa entre quienes buscan explotarlo turísticamente y quienes desean conservarlo lo más virgen posible. En este sentido, el contrapunto más notorio se dio en 2014, cuando se propuso hacer allí, dentro de las cuevas, un teleférico para el transporte de los turistas. Finalmente, el proyecto no se llevó a cabo por la oposición de asociaciones ambientalistas y lugareños, que consideran que el turismo puede ocasionar perjuicios al frágil ecosistema del lugar.