2. Lanai, Hawái
Para los viajeros que buscan salirse de los caminos trillados, no busquen más allá de la isla habitada más pequeña de Hawái: Lanai. A sólo nueve millas de la costa de Maui, esta pintoresca isla fue originalmente el hogar de plantaciones de piña, pero ahora ofrece la mezcla perfecta de aventura agreste y relajación de ultra-lujo.
Llegar a la isla es una experiencia en sí misma, tanto si se toma un vuelo panorámico de 30 minutos desde Honolulu como si se observan delfines en un ferry de 45 minutos desde Maui. A tu llegada, te esperará un rápido traslado a tu hotel. A partir de ahí, podrás pasar los días como desees, desde relajarte en tranquilas playas hasta explorar la isla en barco, en jeeps 4x4 o incluso a caballo.
Las mejores actividades: andar a caballo por valles boscosos y senderos, sin perder de vista a los ciervos axis, los pavos y las ovejas. Recorrer la isla con un picnic o practicar snorkel en la reserva marina protegida de la bahía de Hulopoe para ver peces tropicales, tortugas marinas y tiburones de arrecife son algunas de las recomendaciones.
Cómo llegar: Lanai Air ofrece vuelos directos de 30 minutos desde Honolulú a la isla, también hay transbordadores de 45 minutos desde Lahaina (Maui).