En los Alpes franceses, un mexicano de 19 años de edad casi desconocido en esas tierras, fue la revelación.
Isaac del Toro, un escalador que parece nacido para remontar las rutas escarpadas, dejó consternados a los espectadores europeos y a los rivales les exigió batirse hasta superar los límites concebibles del dolor.
Ese joven bajacaliforniano ganó el domingo el Tour de l´Avenir o la Vuelta del Porvenir, el Tour de Francia de la categoría Sub 23, una carrera para las promesas del ciclismo internacional. En el deporte pedal la historia, es decir, la tradición, da realce al esfuerzo sobrehumano que hacen los competidores y esta ruta cuenta con más de setenta años de existencia.
Del Toro no sólo sorprendió a todos por la victoria inesperada en aquellas tierras frente a competidores italianos, franceses, estadunidenses, deportistas de naciones con gran calado en el ciclismo.
Asombró porque lo hizo con una autoridad pocas veces vista; fue campeón absoluto al conquistar todas las distinciones en disputa: líder general, de montaña, juvenil y de puntuación.
De ahí que el aviso de su campeonato se anunció del siguiente modo por los organizadores: “no es el mejor resultado de un mexicano en la competencia, sino el mejor resultado para cualquiera en la historia de la Vuelta del Porvenir”.
Del Toro definió su campeonato en un escenario ideal para las gestas del ciclismo, en las laderas de la mítica Col du Mont Cenis, un puerto de montaña en Saboya, en los Alpes franceses. Las luchas sobre las ruedas de una bicicleta sólo pueden semejar esos duelos entre pistoleros del viejo Oeste que se instalaron en la imaginación infantil.
El mexicano sabía que se jugaba todo. Acechaba al estadunidense Matthew Riccitello y lo atacó cuando fue preciso, en la última etapa no necesitaba llegar primero a la meta, sino sacarle unos segundos. Por eso atacó para alcanzar el punto más alto de la carretera de montaña y de ahí inició el descenso como una flecha disparada por un arco.
Del Toro encabezaba un grupo de ataque contra Riccitello, quien daba batalla para no ceder, pero el asedio fue inclemente y terminaron por reventarlo. El mexicano no necesitaba cruzar primero en la última etapa del Tour, le bastaba con sacar unos segundos a su rival estadunidense para confirmar que era el campeón. Por eso no se desgarró para vencer al italiano Giulio Pellizzari, quien entró antes que nadie a la meta, y terminó segundo en la clasificación general, compartiendo el podio con su compatriota Davide Piganzoli.
Esta vuelta la organiza el Tour de Francia y es un semillero del futuro. Aunque sólo siete ganadores de esta carrera han logrado coronarse en la máxima categoría de la vuelta francesa, algunos nombres son célebres como Greg Lemond, Miguel Induráin, Egan Bernal y Tadej Pogacar.