Buscar en Google:

Los secretos del implacable preparador físico del Atlético de Madrid

El preparador físico uruguayo Oscar Ezequiel Ortega se convirtió en la mano derecha del argentino Diego Simeone en el Atlético de Madrid y responsable de mantener a punto "las máquinas" colchoneras para su gran despliegue físico y táctico que los tienen a tope en España y en Europa.Aquí revelamos parte de sus secretos en la planificación.

Ortega confiesa que se convirtió a los 21 años «en el extranjero que soy», trotamundos que ha impartido sus lecciones en Argentina, Uruguay, México, Colombia, Chile, Japón... y España. Apura su tercer ciclo en el Atlético. Llegó con Marcos Alonso a principios de siglo y regresó con Gregorio Manzano en su primera etapa como entrenador, cuando Simeone todavía vestía de corto. Ahí se conocieron el Cholo y el «Profe». Ambos tienen contrato ahora con el Atlético hasta 2020.

Bajito y poseedor de una mirada pícara que transmiten sus también diminutos ojos, Óscar Ortega, el preparador físico del Atlético, transmite un porte en el que se entremezclan los andares de una autoridad docente, responde al apodo de El Profe, con una verborrea vivaracha y satírica.

 

Del rugby, el cual dice que no es que le guste mucho ni domine, pero del que aprendió el sistema de cuadrículas. Es un deporte que divide en muchos sectores el campo para montar estructuras donde se crean unas situaciones de juego con enfrentamiento directo. Hay cosas que son transferibles al fútbol, cómo saber en qué sector es más importante una presión, un tackle… También el trabajo integrado.

 

Con esto último, Ortega se refiere a que el Atlético juega como entrena, con una intensidad brutal, recreando en los ejercicios situaciones que pueden darse en los partidos, incluso dependiendo del rival. “Es un modelo duro de asimilar porque obliga a una mejora metabólica, a entrenar a otro ritmo, y luego hay que saber llegar al jugador para poder llevarlo al campo, que es lo más difícil”, dice.

 

De esa mejora metabólica, Ortega hace hincapié en el V02max: “Es la potencia aeróbica, un área de consumo de oxígeno que puede ser máxima o casi máxima. El consumo máximo se mejora hasta un punto, después hay que mantenerlo. A este nivel tenemos que enfocarnos en la potencia aeróbica para lograr un rendimiento, en el cual si un futbolista tiene un mejor consumo tiene más posibilidades de distribuirse por el campo con menor cansancio”.

 

El Profe es un trotamundos que “a los 21 años me convertí en el extranjero que soy”, comenta. Ha preparado en México, Colombia, Chile, Japón, Argentina y España. En España, Ortega aterrizó en el Sevilla de la mano de Marcos Alonso – con el que ascendió en 1999 en la promoción – y en 2003 coincidió por primera vez con Simeone, que afrontaba su segunda etapa como jugador rojiblanco dirigido por Gregorio Manzano.

 

Fue en 2006 cuando Simeone lo incluyó en su equipo técnico en Racing de Avellaneda. Desde ahí ha sido inseparable del 'Cholo', con el que logró el Torneo Apertura en 2006 con Estudiantes de la Plata (el primer título tras 23 años, gracias a la victoria frente a Boca Juniors en el desempate), el Clausura en 2008 con River y la mejor clasificación del Catania en la Serie A italiana en toda su historia. También lo acompañó en San Lorenzo de Almagro.

El preparador implacable

«Esto es un infierno», comenta Fernando Torres en un vídeo que resume la experiencia del Atlético de Madrid en Los Ángeles de San Rafael (Segovia), el destino de pretemporada para cargar las pilas. De repente, alguien se cruza en el plano y provoca una sonrisa al delantero. «¡Ahí está el culpable!», exclama. Se trata de Óscar Ezequiel Ortega del Río, más conocido como «el Profe» Ortega, preparador físico del equipo que el pasado sábado en el Bernabéu corrió once kilómetros más que su rival (119 por 108). Y eso sin apenas tiempo de recuperación entre el viaje a Eindhoven para jugar con el PSV en Liga de Campeones y el derbi madrileño. Los hombres de Simeone, por exigencias de calendario, han tenido que disputar cuatro partidos en diez días.Hoy acaban el maratón en el Calderón frente a la Real Sociedad.

 

Si su batería no se agota es, en gran parte, gracias al trabajo del «Profe» Ortega, nacido en Montevideo hace 57 años, hincha de Peñarol y amante de la murga satírica de su tierra, prima hermana de la chirigota gaditana. «Equilibrio, equilibrio... Lo que pasa es que Vietto está más desestabilizado que el dólar en Argentina», espetó con su vozarrón al joven delantero en su primera sesión, cuando apenas podía mantenerse en pie sobre un disco hinchable. Un tipo de discurso torrencial, severo («¡No quiero mariconadas, somos el Atlético!»), pero también cariñoso como un padre («¡Esos son mis chicos. A paso de campeón!»).

 

Entrenar a otro ritmo

Según fuentes del club, para el «Profe» las dos semanas de concentración en Los Ángeles de San Rafael son sagradas, el arranque imprescindible para que el equipo juegue como entrena, a todo trapo. Gimnasio muy temprano. A las 9:30, carrera en el campo de golf, entre los hoyos 11 y 12. Y después, recrear en los ejercicios situaciones que pueden darse en los partidos, desarrollando la potencia aeróbica tanto en la parte funcional como neuromuscular, llevando el consumo de oxígeno hasta el máximo. «Es un modelo duro de asimilar porque obliga a entrenar a un ritmo muy alto», confiesa Ortega. «Y luego está la sana competencia con el compañero».

 

 

Un pique que se da incluso en los juegos que practica con la plantilla, como los «pilla-pilla» o los rondos, en los que ninguno de sus muchachos quiere perder. «Somos competitivos incluso en eso», confiesan en su entorno. La exigencia y el estímulo van a la par. También es muy riguroso para la alimentación y los descansos. Al partido del Bernabéu siguió una sesión de baño y recuperación. El entrenamiento previo al duelo frente a la Real Socidad no fue ayer por la mañana en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, sino por la tarde en el Calderón.