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Rincón Morado: Pesadilla en el sótano

Tibaseños son últimos del Torneo de Clausura 

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Saprissa agudiza su crisis al caer en casa frente a Santos

Fría noche de febrero en San Juan de Tibás en donde el reducto morado volvía a abrir sus puertas a la fiel feligresía morada, sin embargo, en el ambiente se respiraba un aire sombrío y apático.

El aforo se aumentó al 80%, pero las gradas lucían vacías y los pocos rostros presentes en el estadio tenían un semblante más serio de lo usual pues las tres presentaciones anteriores del equipo y la última posición que ostenta en la Liga PROMERICA no invitaban a un ambiente fervoroso como usualmente se vive en la conocida cueva.

El técnico español volvió a disponer del mismo once inicial que utilizó frente al Herediano con un claro 3-5-2. Desde ese momento el ceño se les arrugó a muchos de los aficionados tibaseños pues el partido del viernes anterior fue un despropósito total cuyo único maquillaje fue no haber sucumbido en el marcador y haber rescatado un mísero empate. 

Ante la ausencia del gigante Waston y la nula confianza que se le tiene al joven Espinoza, el timonel español volvió a situar a David Guzman en la zona de retaguardia castigando al equipo en dos frentes, primero en fase defensiva pues sabemos las carencias del “Loco” en dicha posición (es normal no es hábitat natural) y además la pérdida de equilibrio en la zona medular.  Por los laterales se situaron Sergio Céspedes y Ryan Bolaños quienes una vez más dejaron evidencia de sus carencias especialmente el primero que incluso fue la primera sustitución con tan solo 20 min de juego.  El medio campo fue comandado por Hadden, Torres y Bolaños, y en zona de ataque el catracho Vuelto y Francisco Rodríguez.

Bastaron tan solo unos minutos de juego después del silbatazo inicial para que los presentes en el estadio nos percatáramos del desastre táctico que es Saprissa hoy, un equipo sin una idea clara de juego, con una disposición táctica que los mismos jugadores no entienden, las líneas totalmente separadas y donde cada jugador hace su lucha individual, pero con una carencia de juego colectivo totalmente evidente.  Fruto de este cúmulo de despropósitos el Saprissa no logró generar más allá de dos acciones de peligro en la primera mitad que fueron más fruto de yerros defensivos del Santos que acciones colectivas moradas.

 

Para la segunda mitad un chispazo de calidad del talentoso argentino Mariano Torres puso arriba a Saprissa en el marcador, pero los morados a hoy son un equipo tan endeble y mal trabajado que rápidamente el Santos consiguió el empate y anuló nuevamente al Saprissa.  Por tercer encuentro consecutivo los morados veían como se ponían al frente en el marcador y eran incapaces de sostener o ampliar la ventaja.  El DT morado hizo ingresar todo su arsenal ofensivo buscando respuestas, sin embargo, es tal el desgobierno del juego tibaseño que lejos de mejorar, el equipo se enmarañó con la pelota y no volvió a crear UNA SOLA opción de peligro, y para más ironía vio como uno de sus descartes para el torneo como lo fue Luis José Hernández ahora jugando para el Santos les anotaba el gol lapidario para el finiquitar el partido.

Un concierto de silbidos y de gritos pidieron la salida del técnico Iñaki Alonso que fecha a fecha se supera y va consiguiendo romper records … lamentablemente todos ellos negativos. 

El Saprissa es ÚLTIMO de la Liga PROMERICA, el frío sótano es el actual cobijo del subcampeón nacional.  Suma siete partidos sin conocer la victoria y en cinco de ellos ha mordido el polvo.  Tiene cerca de siete meses de no conseguir una victoria en calidad de visitante y para más pánico el fin de semana tiene que visitar a la Liga deportiva Alajuelense.  

El equipo en este momento se encuentra en estado crítico, es un enfermo que viene mostrando síntomas graves desde hace 18 meses, sin embargo Juan Carlos Rojas y su séquito de dirigentes vuelven a ver la vista a otro lado y se excusan en argumentos baratos y fuera de contexto para defender una gestión que tienen sumido al mejor equipo del siglo XX en la ÚLTIMA posición del torneo y con claro síntomas de crisis deportiva que parece no tener fin.

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