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Rincón Morado: Honor Clásico

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El Deportivo Saprissa tiró de orgullo y logró vencer a su máximo rival, sacudiéndose de su espalda una racha de cuatro derrotas consecutivas; con esta victoria los morados lograron salir del coma deportivo en el que se encontraban y se pueden considerar un paciente aun en cuidados intensivos, pero que ya da síntomas de vida.

Noche gélida y tormentosa en la Sabana; la lluvia arreció desde tempranas horas de la tarde lo cual alejó aún más a las aficiones del Estadio Nacional. 

La Liga Deportiva Alajuelense llegó con las credenciales de ser el primerísimo lugar de la Liga PROMERICA y de venir con una buena racha de victorias y juego vistoso, mientras que los locales eran un manojo de incertidumbre tanto en lo deportivo como por temas extra-cancha (la ausencia de Christian Bolaños llamaba la atención en la previa después de su controversia de su presencia en el festival Picnic).  

Un viejo adagio siempre menciona que los Clásicos a nivel Mundial son campeonatos aparte y ayer más que nunca quedó demostrado. El Deportivo Saprissa hizo morder el polvo a Alajuelense dando una lección de orgullo y honor, dándose un baño de autoestima después de venir de uno de los meses más tortuosos de toda su historia. 

La lectura del cuerpo técnico liderado por Jeaustin Campos fue fundamental para cimentar la victoria; la línea de 5 impuesta por el estratega fue un pilar para dar la solidez necesaria para los suyos y así cortar las alas del rival. 

La noche del miércoles hubo nombres propios que dieron el salto de calidad que la afición venía pidiendo y que al equipo tanto le hacía falta; Aubrey David es el primero de ellos, el trinitense no solo logró abrir el marcador, sino que jugando en banda izquierda dio muestra de su poderío físico secando las acometidas de los extremos manudos. 

Los otros dos nombres propios fueron los de Ulises Segura y Mariano Torres; el primero dio su mejor partido desde que regresó al Saprissa, haciendo una labor de sacrificio que dio el equilibrio necesario a su escuadra.  Mientras que el argentino Torres fue la pieza clave que administró los tiempos de partido para los suyos. 

El otro héroe de la noche fue Andy Reyes (severamente criticado por la afición y también desde esta columna), el ex brumoso se movió con soltura por la banda y finalmente logró encontrarse con la anotación lo cual fue un verdadero desahogo para su persona (se notó por su celebración y el de todos sus compañeros).

Quienes estamos inmersos en el fútbol conocemos que los Clásicos logran cambiar dinámicas dependiendo de los resultados que se obtengan. 

Para los tibaseños la victoria de ayer (suman 9 clásicos sin conocer la derrota y ya la serie particular se distancia en 30 victorias de diferencia) debe ser un punto de inflexión. 

El Saprissa llegaba en una situación agónica, sin embargo, el bálsamo de los tres puntos del día de ayer los hace nuevamente soñar con poder colarse en la segunda fase y poder pelear el título. 

Una vez más quedó demostrado que el ADN morado tira de orgullo cuando se enfrenta a situaciones límites, lo que se le debe pedir a los muchachos es que esa misma hidalguía y coraje mostrado en el partido contra Alajuelense, se ponga a disposición en los enfrentamientos contra otros equipos no tradicionales. 

Lo que se viene para el equipo más grande de Costa Rica en la parte deportiva son 5 finales a muerte para tratar de alcanzar la zona de clasificación, y como bien lo decía don Jorge Guillén Chaves “NO SE REPARTAN NADA MIENTRAS EL SAPRISSA ESTE VIVO”.

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