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La verdadera historia de la casa más solitaria del mundo

Pero no. Pese a que la cantante sí que tiene una casa en otra isla, esta no es suya. De hecho, pertenece a la Asociación de Caza de Elliðaey desde 1950 y se construyó para facilitar la estancia a aquellos que viajan a la isla para cazar frailecillos, una popular ave marina autóctona que servía como alimento a los antepasados que vivían en este lugar. En el año 1930 la isla quedó totalmente vacía cuando los últimos habitantes decidieron mudarse al continente.