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Amador y el Movistar celebran a lo grande en el Giro con el título de Richard Carapaz

Tico culminó 39 en la clasificación general 
Triunfo histórico para el deporte ecuatoriano 

El ecuatoriano Richard Carapaz, compañero del tico Andrey Amador en el Movistar Team, ganó este domingo su primer Giro de Italia , tras defender su ventaja en la clasificación general sobre Vincenzo Nibali (Bahrein) en los 17 kilómetros de contrarreloj final disputada en Verona. 

El más rápido en la contrarreloj fue el estadounidense Chad Haga (Sunweb), que entró con un tiempo de 22 minutos y 7 segundos. Amador ocupó la casilla 19 a 53 segundos y en la general culminó 39 a 1hr 33min 00seg de Carapaz. 

El pedalista costarricense fue un peón de lujo y clave para la victoria final de su equipo. 

Richard, primer ecuatoriano capaz de ganar el Giro de Italia y ovacionado por decenas de sus compatriotas en la Arena de Verona, encaró la contrarreloj con 1 minuto y 54 segundos de ventaja sobre Nibali y, pese a perder 49 segundos con respecto al italiano, se coronó campeón. 

El corredor sudamericano, de 26 años y cuarto clasificado en la última edición, hizo historia tras acabar el Giro con dos victorias de etapa, en la cuarta y en la decimocuarta, y un paseo triunfal en Verona. 

"No sé qué decir, es un sentimiento único. Creo que para mí es el triunfo más grande que he podido lograr en mi vida. Es la recompensa a todos los esfuerzos y sacrificios. Se lo debo a mi equipo, que me ha ayudado a conseguir este Gran Giro de Italia", dijo el ecuatoriano, que triunfó por delante de Nibali y del esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

La consagración fue celebrada en las redes sociales por el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien felicitó a Carapaz poco después de que el ciclista cruzase la meta en Italia.

Carapaz: Un gran luchador

Hace 10 años, con una humilde bicicleta de campo, Richard comenzó su historia en el ciclismo ganando la Vuelta del Retorno, en Ibarra. Lo hizo después de que Juan Carlos Rosero, otro ecuatoriano que se dio a conocer en el pelotón internacional, observó sus cualidades y lo empezó a entrenar luego de que el pequeño soñador salía del colegio y cumplía con las labores del hogar.

Con veinte años e inmensas condiciones para brillar, Carapaz fue campeón panamericano sub-23 y noveno en la Vuelta a Guatemala 2013, en la que, además, se adjudicó el título de los jóvenes y conoció a un entrenador colombiano que puliría sus rendimientos. Luis Alfonso Cely lo exigió. Lo tuvo ocho semanas en la finca que tiene el equipo Strongman en Tenjo (Cundinamarca), lo preparó con jornadas de seis horas diarias, pedaleando entre La Vega y el alto de la Mona, subiendo el Vino, Boquerón, Romeral y Canoas.

“Venía con sobrepeso. Es un corredor que no es alto y que anduviera a ese nivel me sorprendió. Le enseñé el trabajo a nivel nutricional, cómo alimentarse en un entrenamiento corto, en un entrenamiento largo y en los días de descanso”, le contó Cely a El Espectador de Colombia. Y la dura planificación se convirtió en un nuevo éxito para Richard Antonio, quien en 2015 consiguió el objetivo de ganar la Vuelta de la Juventud. “Es el triunfo más importante de mi carrera, porque triunfé en una tierra de campeones como es Colombia”, dijo entonces el único extranjero en conquistar el trofeo de la carrera sub-23 más importante del país.

La escuela colombiana influyó 

En Colombia, Carapaz aprendió de estrategias en la carretera, corrió junto a ciclistas de gran categoría como Aldemar Reyes, Jonathan Restrepo, Miguel Eduardo Flórez y su compatriota Jonathan Caicedo, quien también disputó el Giro. Se acopló a los duros ascensos, mejoró su cadencia para escalar y se dio a conocer para que en 2016 el Movistar lo contratara y él respondiera con la conquista de la Vuelta a Navarra y enormes contribuciones en distintas competencias.

La Vuelta a España 2017 fue la primera grande en la que estuvo Richard, un hombre que comparte escuadra con Nairo Quintana y que el año pasado sorprendió en la misma carrera que ahora conquistó. Ganó la octava etapa, una de media montaña y se convirtió en el primer ecuatoriano en conseguir una victoria en alguna de las competencias más importantes del ciclismo. Este año agrandó su hazaña.

Ganó la cuarta etapa y en la jornada 14, desplegó con excelencia la estrategia del Movistar, atacó cuando faltaban 27 kilómetros para la meta, antes de la subida al San Carlo, y sus rivales no lo pudieron alcanzar. Le sacó más de un minuto a los favoritos en la clasificación general, casi no se pudo sostener en la bicicleta tras cruzar la anhelada meta y sintió la felicidad cuando le dijeron: “Richard, eres el líder del Giro de Italia”.

“Sabíamos que Mikel Landa estaba muy bien y que el San Carlo era una subida muy adecuada para mis condiciones. Ni yo mismo me lo puedo creer. Es un sueño por el que he trabajado muchísimo. Un esfuerzo enorme, de mucho tiempo, que ahora está dando resultados. No tengo la menor idea de cómo están celebrando, pero Ecuador está reventado por la emoción”, aseguró el pedalista, que terminó vestido de rosa.