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¿Por qué intentó el iraní Mohammadi hacer un saque de banda con una voltereta?

Tras el intento fallido de voltereta, Mohammadi saca de banda de manera tradicional en el partido contra España.

En el minuto 93,40 del partido contra España, Irán consiguió un saque de banda. Era una de las últimas jugadas de ataque de la selección de Queiroz para intentar empatar el partido. Desde el banquillo todos empezaron a mirar al defensa Mohammadi que cogió el balón, lo besó, miró al cielo, dio unos cuantos pasos hacia atrás y se preparó para hacer una voltereta. El cansancio le debió de pasar factura porque no lo consiguió, se quedó sin el impulso que buscaba y abortó misión. Volvió a dar unos pasos hacia atrás y sacó el balón de forma tradicional. 20 segundos después el árbitro pitó el final del partido.

Mohammadi se convirtió, muy a su pesar, en el protagonista del partido y en el objeto de todo tipo de mofas en las redes sociales. ¿Qué buscaba el defensa iraní? ¿Qué beneficios puede aportar un saque de banda con voltereta bien hecho? ¿Tiene más recorrido el balón? “Se hace para poder soltar el balón a mayor velocidad; normalmente para buscar que llegue cerca de la portería. No obstante, hay que decir que algunos pocos futbolistas hábiles y muy explosivos son capaces mediante la técnica tradicional de saque de banda y unos pocos pasos de aproximación de llegar también cerca de portería”, contesta Xavier Aguado, biomecánico del deporte y catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha.

No siempre sale bien, como demostró Mohammadi. Es más, es un gesto difícil de ejecutar. “Se suele hacer con los brazos extendidos y probablemente por el cansancio los acabó flexionando, haciendo una voltereta agrupada. Así el radio de giro fue pequeño y dificultó la colocación de los pies en el suelo al inicio de la fase final lo que frenó cualquier posible ventaja de esta técnica”, explica Aguado.

Si se hace bien, el balón coge velocidad, pero no se controla tanto la dirección, ni la trayectoria ni el ángulo de salida de la pelota. Por eso el resultado tiene cierta variabilidad. Risto Kallaste, un estonio, lo intentó muchos años antes que Mohammadi, en un partido de clasificación para el Mundial de 1994 contra Italia. Le salió tan bien que fue vitoreado por el público. A la brasileña Leah Lynn Fortune, también le ha salido bien la voltereta, en sus saques se ve como el balón coge mucha velocidad y llega hasta el área.

Así lo explica Aguado: “Cuando empieza la fase final del saque; es decir ambos pies están ya en el suelo y el balón se mueve hacia delante, el balón tendrá ya más velocidad que si se saca desde parado (que tendrá velocidad 0) o con unos pasos o carrerilla de aproximación. Esa mayor velocidad al inicio de la fase final se busca mediante la voltereta, con un radio de giro grande, que se convertirá en una elevada velocidad de disparo (liberación del balón)”.