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El City da un gran paso rumbo al título superando 2-1 de visita al United en el derbi de Manchester

Este domingo el Manchester City ha derrotado al Manchester United en Old Trafford (1-2) y da un paso de gigante para conquistar el título, puesto que pone 11 puntos de ventaja con los red devils, en este momento, segundos en la tabla clasificatoria. 

Los goles del equipo visitante fueron obra de David Silva (43') y Nicolás Otamendi (54'). Para el United marcó Marcus Rashford (45')

Jose Mourinho dibujó una alineación bastante más ofensiva de lo esperado, con Matic y Herrera en el doble pivote y cuatro jugadores por delante: Martial, Rashford, Lingard y Lukaku. El planteamiento del portugués, no obstante, estuvo enfocado al repliegue y al contragolpe, con el equipo bastante abajo y la intención de encontrar con premura a sus velocísimos atacantes.

Sin embargo, en el primer tiempo el dominio fue constante por parte de Manchester City, que controló el balón y el espacio con solvencia. Es cierto que el equipo de Guardiola no generó demasiadas ocasiones en esa primera mitad -aunque tuvo un remate muy claro de Gabriel Jesús y un disparo angulado de Leroy Sané que sacó de Gea- pero sobre todo aplastó al Manchester United contra su portería, quedando el equipo de Mourinho sin posibilidad de realizar eso buscando contragolpes.

El tanto del 0-1 llegó con algo de fortuna, en una acción que llegó justo antes del descanso. Fue un córner que tras un rechazo acabó en las botas de David Silva, que aprovechando que Ashley Young se había quedado enganchado, fusiló a David de Gea desde cerca. 

Parecía que iba a llegarse con ese resultado al descanso, pero el Manchester United igualó en el largo descuento de la primera mitad, provocado por un choque entre Silva y Rojo que acabó con el argentino en la caseta poco después. Una gran conducción de Young acabó en un centro lateral mal gestionado por Delph, que no consiguió despejar, aprovechándose Rashford para igualar la contienda con un buen remate de primeras.

En el segundo tiempo, hubo una modificación significativa de Guardiola, que retiró a Kompany, quizás tocado aunque no presentó signos de dolor en la primera parte, para meter a Gündogan. El Manchester City, de nuevo con algo de fortuna, consiguió adelantarse en el minuto 53, en una falta lateral que Lukaku despejó, tocó en la espalda de Lindelof, y Otamendi remachó, de nuevo, en el área pequeña.

Guardiola reaccionó rápido, metió a Mangala por Gabriel Jesus, quizás buscando cerrar el partido con una contra y evitar que el Manchester United tuviera espacio para correr. Con Silva de falso 9, no obstante, siguió conservando la pelota cuando fue necesario, e incluso tuvo alguna salida peligrosa. Lukaku, eso sí, tras un mal paso de Otamendi, pudo igualar en el minuto 65, pero su disparo se marchó fuera por poco.

En los últimos 20 minutos, el partido fue un toma y daca, con más protagonismo ofensivo para los locales. De Bruyne, en el minuto 70, condujo una gran contra, pero De Gea hizo una parada monumental para evitar el 1-3, y el Manchester United respondió después. Primero Lukaku no consiguió disparar ante un buen cruce de Otamendi, y poco después Ander Herrera reclamó penalti por pisotón de Otamendi, en una jugada muy dudosa.

En el minuto 84 llegó la gran ocasión para que el Manchester United empatase el partido. Mata abrió para Martial, que puso un gran centro, y Lukaku remató a la cara de Ederson en el área pequeña, y en el rebote, el propio Mata disparó pero otra vez el brasileño hizo una parada magnífica.