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El proyecto futbolístico de Holanda fracasó

Todo comenzó en 2000, tras la celebración de la Eurocopa de Holanda y Bélgica. El dinero ganado en el evento —unos nueve millones brutos por país— fue invertido en direcciones opuestas.

Bélgica invirtió en Vision 2000, proyecto que cambió el formato del fútbol base —partidos de dos contra dos (hasta sub-6), cinco contra cinco (sub-9) y ocho contra ocho (sub-13)— porque entendía que en espacios reducidos se mejora la técnica y la inteligencia del juego, al tiempo que también mejoró el desarrollo de escuelas como Francia, que por entonces era la referencia del balón. Ahora, Bélgica está la quinta en el ranking pero llegó al número uno, clasificada ya para el Mundial. No sucede lo mismo con Holanda, descabalgada ante Francia y Suecia en la liguilla previa.

“En Holanda se aplicó el plan de Van Gaal”, revela Ruben Jongkind, coordinador del fútbol base del Ajax hasta 2015; “que se centraba en la táctica y en las infraestructuras”. Así lo explicó el propio Van Gaal en un simposio para dar a conocer el proyecto, que pasaba por incluir a 50 directores regionales que se encargaban de otros 50 clubes para guiar los cursos de formación. “En Francia, en 1990, se iniciaron siete centros de formación y 125 entrenadores. Ha ganado dos títulos y jugadores como Vieira, Henry, Anelka y Wiltord…”, expresó Van Gaal sobre su Master Plan, creado junto a su otrora asistente Raymond Verheijen y con la aquiescencia de la federación holandesa (KNVB), que aplicó el librillo en todos los clubes, profesionales y amateurs, para tratar de llegar al éxito.

A Holanda le falla el plan   pulsa en la foto 

Pareció funcionar porque el equipo de Sneijder, Robben, Van der Vaart y Van Persie alcanzó la final del Mundial de 2010 frente a España y quedó tercero en el de 2014, apeado por Argentina. Pero no ha habido relevo en el tapete ni en el banquillo, oxidado el manual de Van Gaal. “Los principios de Johan Cruyff, del tercer hombre, de la profundidad, de originar el uno contra uno, desaparecieron”, lamenta Jongkind. “Para mí es una cuestión de generaciones. Las tuvimos con Cruyff en los 70, con Van Basten y Gullit en los 90 y la última fue en 2005 con el equipo de Sneijder. Ahora, debemos aceptar que es una vergüenza no ir al Mundial, pero que somos un país pequeño”, señala Ronald de Boer. “Lo que está claro”, se suma Johnny Rep, delantero de la Naranja Mecánica; “es que desde entonces hemos perdido el sentido de equipo porque los técnicos son muy malos y porque la federación no para de hacer cambios”.

Ganadores del mañana

Olvidadas las nociones de Cruyff, la federación se convirtió en Polder Model [modelo democrático], donde todo el mundo tenía una opinión. “Así se perdió el fútbol de Cruyff”, esgrime Jongkind; “el creativo y de calle”. Se suma Rep: “Hace tiempo que no se seguían las instrucciones de Van Gaal, quedaron viejas”. Por eso la KNVB creó otro plan. “Tras no clasificarnos para la Euro 2016, debíamos revisar nuestro fútbol”, escribió Jelle Goes, gerente técnico de la federación, en el epílogo del nuevo manual para técnicos y jugadores del país, titulado Winnaar van morgen[Ganadores del mañana], donde se remarca la mentalidad ganadora, el aspecto físico, formar a los ojeadores, reforzar los equipos técnicos…

La falta de resultados explica también los pocos jugadores holandeses que juegan en los grandes clubes y la falta de técnicos de renombre, más allá de Koeman (Everton), Frank de Boer (despedido del (Crystal Palace) y Peter Bosz (Dortmund), además de Cocu (PSV) y Van Bronkhorst (Feyenoord). Agujeros que se manifiestan en la selección. “Faltan líderes, se nos han acabado”, esgrime Rep. “Solo está Robben”, apostilla Ronald. Tanto es así que incluso el seleccionador Advocaat recuperó a viejas glorias como Van Persie, Babel y Elia, que llevaban varios años sin vestir la zamarra tulipán. “Eso pasa porque nuestra liga no puede competir económicamente con el resto y los mejores jugadores se marchan antes de los 23 años”, insiste De Boer; “y a los jóvenes les falta la cultura del trabajo, no saben ni quieren caerse para luchar”. Le secunda Jongkind: “Hay demasiado ego, no tienen voluntad de aprender”.

Cuando se nombró a Advocaat, el director técnico de la selección, Hans van Breukelen, anunció: “O bien elegimos el largo plazo o hacemos todo lo posible para clasificarnos para el Mundial de 2018. Y optamos por el segundo escenario”. Ya no podrá ser. Les falló el plan.