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Las pérdidas millonarias de Estados Unidos por no asistir al Mundial de Rusia

¿Cuánto le puede costar un golpe de mala suerte, una tormenta perfecta, al fútbol de Estados Unidos?

Porque, vamos, es innegable pensar que para que el Team USA quedara fuera de Rusia 2018 se necesitó una dosis de mala suerte. Pequeña o grande, como gusten, pero la hubo. ¿O cómo calificamos ese gol de Honduras, el 2-2, que fue un disparo al travesaño que se encontró con la nuca de Guillermo Ochoa, y el 1-1 de Panamá sobre Costa Rica, una pifia arbitral que será recordada por muchos años porque el balón no entró?

No, no hay teorías de la conspiración, es cierto que la mayor parte del fracaso de Estados Unidos se gestó a lo largo de su paso de hexagonal, pero un gol de esos que no existieran y Estados Unidos estaría preparando el viaje a Australia para jugar el Repechaje. Sin ninguno de los dos, el Team USA tendría su boleto a Rusia.

¿Cuánto costarán las derrotas en Columbus ante México, en San José y New Jersey ante Costa Rica y en Trinidad y Tobago? Millones de dólares en lo medible, aunque aún no del todo claro al día de hoy, y algún tiempo de retroceso -incalculable- en el desarrollo de una generación de transición, al no tener la vitrina de exposición que representa una Copa del Mundo.

Vamos por lo que sabemos: durante el ciclo de Brasil 2014, US Soccer tuvo ingresos por 298 millones de dólares, de los cuales 110 millones provinieron de "patrocinadores, televisión, licencias y regalías" y 99 millones de "ingresos por partidos de selecciones nacionales". De ese último rubro se desprenden los 9 millones de dólares ingresados por llegar a Octavos de Final del pasado Mundial, ganancia con la que no contarán de Rusia 2018.

Tan sólo el ejercicio fiscal de 2016, el primero que podemos acreditar completamente al presente ciclo mundialista (corrió desde el 1 de abril de 2015), los ingresos fueron de 125 millones que incluyen 50 millones por patrocinios y 55 millones por ingresos de las selecciones. Además, 2 millones corresponden al premio por ganar el Mundial femenil de Canadá. En ese lapso también se celebraron la Copa Oro y la Copa Concacaf.

No está publicado aún el estado financiero de 2017, el cual incluirá lo ocurrido en la Copa América Centenario.

US Soccer tiene 14 patrocinadores oficiales, desde empresas de telecomunicaciones hasta repelentes de insectos, algunos de ellos con productos y servicios esenciales para la operación de las selecciones de fútbol de Estados Unidos, en todas las categorías y en ambas ramas. Entre los 'sponsors' se encuentran Coca-Cola, Johnson & Johnson, Budweiser y TAG Heuer, Century 21 y Liberty Mutual Insurance.

Además, Estados Unidos se pierde los premios por participar en el Mundial, que son de 2 millones de dólares por clasificar, 10 millones por disputar la fase de grupos, 12 millones por llegar a Octavos de Final, 18 millones por los Cuartos de Final, 25 millones por ser cuarto lugar, 30 millones por ser tercero, 40 millones por perder la Final y 50 millones para el campeón.

Es decir, sólo por ir a Rusia el Team USA se habría embolsado 10 millones de dólares y, de repetir la actuación de Brasil 2014, habrían sido 12 millones.

La que ha saltado como la potencial mayor perdedora es la cadena Fox Sports, que pagó 400 millones de dólares por los derechos de transmisión en inglés para Estados Unidos por los próximos dos Mundiales: Rusia 2018 y Qatar 2022. Al menos la mitad de esa inversión se verá comprometida, ya que la expectativa de la audiencia del mercado angloparlante será menor. La empresa emitió un comunicado esta mañana donde detalla que no cambian sus planes para la próxima Copa del Mundo, que incluyen 350 horas de transmisión.

Tras el Mundial Brasil 2014, donde Estados Unidos llegó a Octavos de Final y protagonizó ahí un partido épico ante Bélgica, la práctica del "soccer" ha aumentado en un 9.7 por ciento, de 14.46 millones a 15.86 millones de personas.

“Fue un fracaso, estamos en shock”: Presidente de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos Univision Deportes Network

Sin embargo, este índice es en realidad una estabilización de un fenómeno que explotó en el ciclo mundial anterior: antes del Mundial Sudáfrica 2010, la práctica del fútbol era propia de 11.38 millones de personas, por lo cual, en aquel ciclo mundialista, creció 27.1 por ciento. Habrá que esperar cuatro años para saber el impacto de no clasificar a un Mundial bajo las directrices del proyecto actual de US Soccer, creado de cara a Estados Unidos 1994, cuando la última vez que su selección varonil no participó en una Copa del Mundo fue en México 1986.

Eso tendrá implicaciones en ventas de proveedores de artículos de futbol, audiencia televisiva e instalaciones para su práctica, entre otros aspectos.

 

Vamos a poner un ejemplo inmediato: la empresa textil Nike paga 20 millones de dólares anuales, en dinero y en especie, por vestir a las diferentes versiones del Team USA. Si bien la popularidad y éxito de la selección femenil atenúan el golpe, no ver a la selección varonil en el mayor de los aparadores tendrá sus implicaciones.

 

Pero el golpe no es sólo para US Soccer. FIFA también tendrá su impacto. Dos de sus partners de Rusia 2018 son empresas estadounidenses -Coca-Cola y Visa-, además de tres patrocinadores -McDonald's, Budweiser y Hisense-, sin mencionar que para el organismo y sus socios la conquista del mercado estadounidense es un proceso inconcluso y que pinta para largo.

En ese sentido, la apuesta del fútbol para conquistar a la economía más poderosa del mundo tiene muchas variables: primero la equidad de género, pues no existen prácticamente estigmas sobre la participación de mujeres; después, no cerrarse sólo al Team USA, sino diversificar con las giras de verano de los grandes clubes europeos y el empoderamiento de la MLS con la adquisición de grandes figuras del fútbol internacional.

Basta decir que la Final de Canadá 2015, en la que Estados Unidos se coronó a costa de Japón, atrajo a 23 millones de televidentes, prácticamente la misma cifra del Juego 7 de la Serie Mundial de 2014.

La derrota en Trinidad y Tobago exhibió que el eslabón más débil de esa cadena es la selección varonil, que apenas hace un par de días parecía sólida en función, al menos, de tener "segura" su participación en los Mundiales, con el nivel e infraestructura suficiente para ser permanentemente una de las tres mejores selecciones de Concacaf.

En próximos días podrían venir decisiones importantes: tanto la posible salida del entrenador Bruce Arena como la posibilidad de que Sunil Gulati, presidente de US Soccer, vea oposición en vía de la reelección para su cuarto periodo, en febrero próximo.

A reconstruir US Soccer, que desde ya debe estar preparándose para Qatar 2022.

Fuente: Univisión