Buscar en Google:

Estos son los alimentos que más gases provocan

La imagen puede contener: comida y exterior

Los gases son un problema muy frecuente, que afecta a buena parte de la población y que, a priori, tiene difícil solución más allá de la medicación en los casos más severos y de seguir una serie de pautas dietéticas y de estilo de vida que pueden mejorar los síntomas. Cuando hablamos de gases en el aparato digestivo, podemos englobar tres síntomas principales: “los eructos excesivos, la distensión abdominal y el exceso de flatulencia a nivel rectal”, indica el nutricionista Joan Carles Montero.

Las causas pueden ser múltiples: “desde el exceso en la producción de gas a la alteración en el tránsito del mismo, la aerofagia, los procesos obstructivos, síndromes de intolerancia a los carbohidratos, sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, enfermedades de la actividad motora intestina o trastornos funcionales del intestino, incluido el síndrome del intestino irritable (IBS)”, continúa Montero.

 

Según Branco, “pese a que existen algunas pautas que se pueden seguir para combatir los gases, hay muchas personas que tienen más sensibilidad a padecerlos, por lo que deben ser especialmente cuidadosas con sus hábitos y su alimentación”.

Brócoli

Junto con las coles, coles de Bruselas, coliflor y otras verduras crucíferas, el brócoli suele provocar muchos gases, aunque Branco insiste en que cada persona tiene su bestia negra. “Muchos pacientes se quejan de que son las legumbres las que les causan gases, en algún caso las lentejas y otros las judías, mientras hay quien sufre más con los cereales integrales y los que tienen dificultades con determinadas frutas y verduras”.

Alcachofa 

Junto con la cebolla o la pera contiene cantidades muy elevadas de fructosa, que puede favorecer la formación de gases y que también se encuentra en el trigo y derivados. Branco señala que “es una de las intolerancias más comunes, que mucha gente padece sin sospecharlo siquiera”. Uno de los síntomas son los gases frecuentes, que no producen mal olor, así como molestias abdominales que en muchas ocasiones se presentan de forma prácticamente aislada y no van acompañadas de náuseas o diarreas.

Edulcorantes artificiales

Es posible que los gases se deriven del consumo de edulcorantes artificiales, ya que contienen sorbitol, un azúcar que se encuentra de forma natural en algunas frutas, como la manzana o las ciruelas, y en vegetales como el champiñón y la coliflor, y que genera intolerancia en algunas personas. Para saber si un producto contiene sorbitol debemos fijarnos en la composición, ya que se conoce como E-420.

Leche 

La lactosa, un azúcar natural que se encuentra en la leche y sus derivados, también puede causar gases, algo que se agudiza con la edad. “Tenemos unas enzimas llamadas lactasas que nos ayudan a digerir la lactosa, las cuales van perdiendo actividad a medida que nos hacemos mayores”, señala Branco. Por este motivo, “muchas personas que digieren bien la lactosa de jóvenes acaban siendo intolerantes cuando llegan a una edad avanzada”.

Papas

En este grupo incluiríamos también la pasta, el maíz y otros alimentos ricos en almidón. El almidón presenta una gran cantidad de hidratos de carbono, cuya ingesta puede ocasionar problemas digestivos, entre ellos gases. “La mala digestión y la malabsorción de carbohidratos simples y complejos y la fibra dietética se asocian comúnmente con el gas y la hinchazón. Los carbohidratos no absorbidos son propulsados al colon y sirven como alimento para las bacterias entéricas, liberando hidrógeno”, explica Montero.