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Nadia Comaneci y su espectacular historia como la gimnasta más grande de la historia

Camino a Montreal

Para julio de 1976, Nadia estaba lista y dispuesta a dominar sus primeros juegos olímpicos. En ese momento, la comunidad internacional de gimnasia estaba comenzando a notar su desempeño, pero a pesar de este reconocimiento, nadie podía predecir lo que lograría en ese momento. Ni siquiera Nadia pudo prever cómo se desarrollaría la competencia y, a pesar de la confianza en sí misma, todavía estaba bastante ansiosa y desconfiada de los acontecimientos por venir. Pero cuando finalmente comenzaron los eventos, quedó claro para todos que estaba ocurriendo algo excepcional.